El gobierno de Nicaragua que encabeza el presidente Daniel Ortega suspendió las relaciones diplomáticas con la Santa Sede después de que el Pontífice calificara de dictadura “grosera y dictadura hitleriana” al régimen sandinista.
“Ante la información que ha sido divulgada por fuentes aparentemente vinculadas con la Iglesia Católica, el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de nuestra Nicaragua, Bendita y Siempre Libre, precisa que entre el Estado Vaticano y la República de Nicaragua se ha planteado una suspensión de las Relaciones Diplomáticas”, reportó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua en una nota oficial.
Con esto, el país centroamericano llevó al punto más alto la situación con la Santa Sede, tras meses de tensión.
“Se hace notar cómo los medios vinculados al terrorismo golpista, fueron quienes divulgaron esa noticia tergiversada que en estos tiempos se conoce, como noticia falsa”, prosigue el texto de la cancillería.
De acuerdo con el portal de noticias El Confidencial, la representante diplomática de Nicaragua ante el Vaticano, Yara Suhyén Pérez Calero, ministra consejera en la Santa Sede, comunicó verbalmente la ruptura de relaciones en la Secretaría de Estado del Estado Vaticano, en Roma.
Además, la petición incluiría el cierre tanto de la nunciatura, representación vaticana en el país del presidente Daniel Ortega, como la embajada nicaragüense ante la Santa Sede.
El viernes de la semana pasada, el portal de noticias argentino Infobae publicó una entrevista con el papa Francisco, quien criticó severamente a Ortega.
“Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige”, declaró el pontífice, respecto al mandatario.
La comunidad internacional ha reclamado constantemente a Nicaragua, debido a la administración autoritaria de Ortega, quien gobierna con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
Centenares de opositores fueron detenidos en el país en el contexto de la represión que siguió a las multitudinarias protestas antigubernamentales de 2018.
Desde entonces, el gobierno se ha enfrentado también al mundo eclesiástico y a líderes de la Iglesia que han criticado sus políticas, incluidas universidades religiosas.
Hace casi un año, el gobierno sandinista expulsó al nuncio apostólico, Waldemar Stanislaw Sommertag.
Además, el obispo católico Rolando Álvarez fue condenado en febrero a 26 años de prisión por, entre otros cargos, menoscabo a la integridad nacional.
“Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio”, manifestó el papa.
Nicaragua no cuenta con un embajador ante la Sede Apostólica desde el 21 de septiembre de 2021, cuando Ortega canceló el nombramiento de Elliette Ortega Sotomayor, quien debía sustituir al exsubdirector de la Policía Nacional, Francisco Bautista Lara.
Diez años al frente del clero
El papa Francisco celebra hoy el décimo aniversario de su nombramiento para el mayor cargo de la Iglesia católica, mientras enfrenta los escándalos de abusos sexuales e intenta frenar los rumores de su renuncia.
El miércoles 13 de marzo de 2013, el cardenal francés Jean-Louis Touran anunció ante una Plaza de San Pedro llena de fieles el esperado Habemus Papam (tenemos Papa).
El prelado continuó diciendo en medio de la multitud eufórica: “el eminentísimo y reverendísimo señor, don Jorge Mario, cardenal de la santa Iglesia romana, Bergoglio, quien se ha impuesto el nombre de Francisco”.
En su primera década, destacó la polémica por incorporar a la comunidad LGBTQ+ y permitir que las personas divorciadas recibieran la comunión.
También limitó la realización de la misa en latín, una medida en la que se distanció de Josep Ratzinger, su antecesor.
Francisco se ha esforzado por implementar una reforma de la curia romana (el gobierno central de la Santa Sede)- para que esté más cerca de las iglesias locales.
El pontífice argentino ha querido descentralizar la instancia y dar más espacio a los laicos y las mujeres.
Francisco se disculpó públicamente por haber defendido erróneamente a un obispo y se ha disculpado con las víctimas.
En 2019, expulsó al cardenal estadunidense Theodore McCarrick, culpable de agresiones sexuales a menores.