No corran en línea recta

CARLOS HORNELAS

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Tras la inspección inaugural del nuevo centro de detención de migrante en Florida, Donald Trump ha aconsejado a los migrantes que quienes logren escapar se enfrentarán a caimanes que pueblan la zona aledaña. “No corran en línea recta, sino en zigzag y ¿saben algo? Haciéndolo así solo lograrán aumentar en 1% sus probabilidades de escapar” ha dicho en tonode burla al final del evento.

En Estados Unidos numerosos grupos han criticado este nuevo centro de detención que Trump dice debe ser “modelo” para el resto de los Estados, pero algunos ambientalistas, por ejemplo, destacan el daño ambiental a un frágil ecosistema que en un pasado mediato impidió la construcción de un aeropuerto en la zona.

Otros grupos más se interesan por la vejación de los derechos humanos al ver las condiciones en las cuales se tendría a los migrantes y más aún en la espectacularización de todo el proceso: desde el anuncio de inicio de operaciones, la construcción en tiempo récord, la visita del presidente, las bromas indecentes a costa del sufrimiento humano y la elección infame del nombre de las instalaciones “Alligator Alcatraz”.

Trump tiene en la actualidad abiertos distintos frentes que administra como si se tratase de una serie televisiva por entregas en las cuales cada día pasa algo y no se resuelve, solo aumenta la tensión, dosifica la tensión y de vez en cuando introduce nuevas situaciones o nuevos personajes.

La relación con China entró en un estira y afloja que hace que uno y otro país presione a los que considera sus aliados para que elijan partido y se integren en sus políticas económicas y arancelarias.

En lo que se refiere a la política con Europa, ha aumentado su exigencia en incrementar el gasto en Defensa, lo cual ha minado la confianza depositada en la solidaridad de EEUU ante alguna eventualidad enesa área. En particular por su acercamiento retórico, al menos con el régimen de Putin en Rusia. Con Rusia la estrategia no se alcanza a definir claramente porque un día le endilga halagos y al siguiente presiona para que desescale hostilidades con Ucrania. Aunque también debe decirse, ha maltratado injustificadamente a este último país y tratado de ridiculizar. Lo cual ha derivado en una inestabilidad en Europa, así como fricciones con su propio Congreso y hasta con el Pentágono.

El gobierno de Trump se ha visto privado de cierta legitimidad con algunos países árabes por sus recientes acciones en el conflicto entre Israel y Hamas y particularmente en su intervención en Irán.

En lo que se refiere a Latinoamérica, con sus últimas declaraciones de querer sofocar a Cuba y a Venezuela y por otra parte desdeñar al resto del Continente, ha deteriorado la cooperación regional y las posibilidades de integración en diferentes áreas.

A esto habrá que añadir la polarización extrema al interior de su país, deportando académicos, provocando la censura, tratando de controlar la vida en las universidades, enviando tropas a los manifestantes, reduciendo el presupuesto en salud, educación y tratando de ahorcar a las ciudades santuario.

Con tantos frentes abiertos, si algo llega a fallar, no corra en línea recta porque no solo los caimanes sino los Titanes de las grandes profundidades lo pueden alcanzar…