No estás solo

Enrique Vera
verarodriguez9494@gmail.com

¿No resulta, por lo menos, agotador el discurso belicista, guerrero de “luchar y vencer” ante las miserias y las complejidades de nuestro hiperacelerado siglo XXI?

Luchar, vencer, pelear, ante el miedo, las desgracias, las pérdidas, el duelo, las tristezas; reponerse, no dejarse caer; luchar vencer, seguir peleando. No es casualidad que este discurso haya tenido tanto sentido en el siglo XX con dos guerras mundiales.

El contexto de la época, el sentido común bélico se apoderó del lenguaje extrapolando toda clase de metáforas guerreras a la vida cotidiana del ser humano.

Pero, ¿tiene sentido, tiene lugar ese discurso en nuestro siglo XXI tan entreverado, difícil de asimilar, ruidoso en donde estamos a una Nancy Pelosi para apagar las luces y se acabe el mundo. Considero que no. 

En un mundo tan revuelto, tan tenso, tan crispado, tan desigual necesitamos tender puentes comunicantes para reconstruir tejido social,  y tejer un nuevo pacto social.

En el Siglo XXI, ya no funciona el discurso del guerrero; toca articular un discurso basado en el “sostener y estar presente”.

Sostener todos los trabajos (que casi siempre son invisibilizados y realizados por mujeres)  que son fundamentales para la reproducción de la vida: los cuidados, la crianza, la enseñanza, etc. Estar presente; estar conectado es una cosa, estar presenta implica proximidad, contacto, olfato, caricia, mirada.

El historiador Yuval Noah Harari dice que contrario a lo que sostiene el coaching, el discurso del echaleganismo y toda la panoplia de charlatanes que se dedican a “motivar” a la gente, hemos llegado a nuestros días cooperando, no por la ley darwinista (mal leído), del más fuerte.

Si hemos llegado hasta aquí y ahora, a pesar de nuestros retos y desafíos como especie, es por la capacidad del ser humano para de congregarse, unirse entorno a una idea. Es por eso que te digo, si  pasaste o estás pasando por un mal momento en tu vida: NO ESTÁS SOLO; te necesitamos. El mundo no sería mejor sin ti.  Sólo necesitas abrirte a la oportunidad que se te presenta y pedir ayuda. 

Cuenta conmigo.