SANTIAGO PELL
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Quienes quieran caer en fanatismo y convencerse de que el premio Balón de Oro sigue teniendo el peso y validez que antes tuvo, tienen la libertad de seguir con la mente cerrada.
Lionel Messi no se ha robado este galardón, se lo han regalado. Un jugador no tiene la culpa del favoritismo que le tengan, por eso no veo justa la manera en que las personas alrededor del mundo le han señalado al astro argentino su premiación.
Aquí no se le intenta criticar a nadie, cualquier empresa mediática en este caso la revista France Football tiene el derecho de otorgar el premio a quien se le pegue la gana. Pero tampoco nos hagamos de la vista gorda, desde que la FIFA no avala ni es parte de las decisiones para dar este reconocimiento, le quita muchísima importancia. Ganar una triste Copa América no es suficiente para considerar a un futbolista como el mejor del planeta; es más claro que el agua, no se quieran engañar, una de las razones por las que Messi ganó es por pertenecer hoy en día al Paris Saint Germain (PSG).
El polaco Robert Lewandowski, el francés Karim Benzema o hasta para algunos, Jorge Luis Frello Filho, mejor conocido como Jorginho (que ganó la preciada Eurocopa con Italia y la gigantesca UEFA Champions League con el Chelsea), son de los primeros nombres que debieron estar entre las primeras candidaturas a ganar el Balón de Oro.
Lamentablemente, los fanáticos del jugador argentino del PSG seguirán creyéndolo merecedor absoluto por una cuestión simple de gustos y preferencias, sin entender que dicho premio lleva años manchándose por equivocadas e injustas retribuciones atléticas como en el caso de este 2021.
Lo aplaudible de France Football es que ha sabido manejar perfectamente las campañas de publicidad y marketing que rodean a su premio de élite. Tanto en medios tradicionales, como digitales y redes sociales, el día que se otorga la pelota dorada el mundo entero se frena y los receptores no despegan los ojos de sus televisores, smartphones o tabletas para consumir el contenido que se está ofreciendo.
Repito dos cosas: la primera es que cualquier empresa con suficientes recursos monetarios del día a la mañana puede tomar las riendas y decidir invertirle a un nuevo premio y otorgárselo a nivel mundial como “mejor futbolista de la temporada” hasta al “Cabecita” Rodríguez si gusta; pero que vaya a tener cierta validez es otro tema completamente diferente. Y la segunda, quien guste atreverse y mantener fielmente su postura de que este año el Balón de Oro fue dado justamente, tiene la opción de hacerlo, pero eso jamás significará que vaya acorde a la realidad de las cosas. Un loco nunca se dará cuenta de que está loco…
