Por Miguel II Hernández Madero
El próximo año regresará el pago de tenencias vehiculares en todo el país, que serán cobradas por la propia Administración Federal, que recaudará ese impuesto surgido como “caballo de Troya” en los años sesentas para pagar las Olimpiadas de 1968, realizadas en la Ciudad de México.
En ese entonces la justificación fue tener unos juegos dignos, que enaltecieran la imagen del país en el plano internacional. Las Olimpiadas concluyeron, los deportistas se fueron…, pero los impuestos se quedaron. Los mexicanos seguimos pagando el Impuesto a la Tenencia Vehicular y un impuesto escondido en las gasolinas.
Actualmente sólo quince entidades del país siguen cobrando tenencias. En Yucatán este impuesto es cobrado a partir de unidades que exceden cierto rango de precio.
Para 2020 la situación será diferente. Regresaría la Tenencia Vehicular en todo el país a propuesta de Morena, según declaraciones del presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Dip. Alfonso Ramírez Cuéllar, reproducidas por diversos medios de difusión.
El mismo diputado Ramírez Cuéllar estimó que con ello se recaudarían entre 120 y 130 mil millones de pesos anuales para realizar obra pública, con los correspondientes candados.
La Administración Federal tiene gastos fuertes este año (y los próximos), al acumularse los 30 mil millones de dólares para el apoyo a migrantes, los millones para el pago de becas a los jóvenes que quieran capacitarse para el empleo, las becas Benito Juárez y, además, los gastos extras que deberá cubrir al convertirse México en la sala de espera y limbo de los Estados Unidos.
Muchos gastos, sin que haya anuncios en la misma medida de generar ingresos al país.
Pero los diputados de Morena encontraron la solución: regresar el pago de la Tenencia, que actualmente representa para las 17 entidades que aún lo cobran, ingresos propios por 16 mil 420 millones de pesos.
Pensar que servirá para obra pública, es algo bueno, porque será de beneficio para todos, pero ya vimos que es muy extraño el concepto que tiene esta administración sobre lo prioritario.
Como ejemplo podemos recordar que sí hay dinero para fomentar el béisbol, deporte preferido del Presidente, pero no hay para comprar medicinas ni apoyar a centros de atención contra el cáncer o mujeres maltratadas hay dinero para jóvenes que no estudian ni trabajan, pero no hay para pagarle a médicos residentes; hay dinero para migrantes pero no hay recursos para apoyar a los trabajadores del campo mexicano.
Frente a este panorama de prioridades raras, también se deberá estar atentos porque ese será el primero de muchos impuestos más que serán aplicados para que el Estado tenga los recursos necesarios para sostener sus programas asistenciales y de campaña permanente…, además de cumplir con los caprichos del señor Trump.
Hasta la próxima…