Mary Carmen Rosado Mota
@mary_rosmot
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Con el lema #NoHayExcusa la división de ONU Mujeres intenta sensibilizar con respecto a la violencia de género que se vive alrededor del mundo en el marco del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Esta campaña está compuesta por los, ya tradicionales, 16 días de activismo en los que se invita a la sociedad civil para que, desde sus trincheras, desarrollen actividades para combatir una problemática social que sigue afectando tanto a las mujeres.
Recuerdo aquellas frases plasmadas en espejos que empleó una campaña similar en Argentina donde destacaban dichos como “Sabes bastante para ser mujer” o “Sos muy gorda para el deporte”, elementos destinados a visibilizar prácticas “cotidianas” que en realidad, lejos de ser normales son muestras constantes de la violencia que sufren las mujeres en los vestidores deportivos, como una medida para invitar a la reflexión de las distintas muestras de violencia física, psicológica, sexual y económica, con las que interactuamos rutinariamente, sí en el deporte, pero también en las calles.
Ese es justamente el gran reto, romper con esa rutina. ¿Qué es lo que estamos haciendo para garantizar que las mujeres podamos vivir libres de violencia? ¿Qué hacemos para ofrecer a las niñas y jóvenes espacios deportivos seguros donde puedan desarrollar y perseguir sus sueños? Es tiempo que empezar a responder esas preguntas con acciones concretas desde el periodismo, los medios de comunicación, la comunidad académica, desde todas las aristas posibles.
Así como el deporte es una maravillosa industria que deja grandes ganancias también deberíamos aprovechar toda la atención que recibe para que las federaciones e instituciones deportivas creen programas destinados, no solo prevenir la violencia de género, sino a realmente comprometerse con erradicarla, al menos en los espacios que le competen.
Aplaudo aquella campaña de Argentina y lo que año con año realiza ONU Mujeres despertando el activismo social, justamente así, con mensajes concretos, ojalá algún día también podamos ver este tipo de propuestas de las autoridades deportivas de un país donde 7 de cada 10 mujeres han sido víctimas de violencia de género, donde hasta el mes de septiembre de esto año ya se habían contabilizado 624 feminicidios.
Repito, el deporte siempre será una vitrina maravillosa para la construcción de mensajes y la creación de figuras que sirvan de ejemplo, quizá algún día en lugar de tener a deportistas acusados de violencia de género ganando sueldos altísimos y siendo reconocidos en campeonatos, empecemos, por lo menos, a reconocer el talento de las mujeres dentro del deporte, dejar de sexualizarlas en sus redes sociales, respetar el trabajo que realizan y pagarles salarios más justos, porque la realidad es que nunca habrá excusa para tanta violencia.