No POR LAVAR TU COCHE VAS A HACER QUE LLUEVA

Hoy estoy contento y así es mi día. Me alegra tener, de nuevo, la oportunidad compartir un tema que te podrá ser de provecho en tu vida, así como es en la mía.

Seguramente estás familiarizado(a) con la ley de Murphy, sobre todo con la certeza de que el día que lavas tu coche llueve. En realidad no siempre que lavas tu coche llueve, sólo que tienes esa creencia y cuando sucede, entonces tu mente (el ego) confirma lo que ya sabe. Es el ego el que requiere sentirse con la razón. Entonces, lo que hace es confirmar lo que ya sabes, nada más. Y eso lo confirmas de muchas manera diciéndote por ejemplo: “lavé el carro hoy, y mira, está lloviendo”, o “mejor no lavo el carro porque seguro llueve”. 

Ahora, curiosamente confirmas otra certeza, pues sabes que si lavas tu coche con la finalidad de que llueva, esto no sucede. Sabes que no puede ser al revés. Pero lo que tal vez no te des cuenta es que haces esto mismo en tu vida, y seguido. Esto de lavar el coche puede ser una metáfora y algo gracioso, sin embargo es real y real en tu vida y en las cosas que deseas para ti. Revisa en ti cuantas veces haces cosas, pero no las haces con la intención de dar, sino de recibir. Estas en la espera de que algo suceda para ti cuando realizas ciertas acciones. Y esto tiene que ver con tus intenciones.

¿Por qué entonces te desvives por otra persona, das demasiado tiempo en voluntariados, das limosnas, les das todo a tus hijos, papás, amigos, etcétera, pero tu resultado es que sientes que recibes menos, o nada a cambio? La respuesta es simple, estas dando para recibir. No estás dando desde el amor, estas dando desde tu ego, pues al final estás esperando algo a cambio, algo de regreso. Y así no funciona. Le das “todo” a tu pareja para sentirte amada(o), das “todo” a tus hijos para sentirte buen padre (y que te lo reconozcan, claro está).

No te das cuenta que está en la naturaleza, en TU naturaleza, el dar. No estamos hechos para recibir. Sólo el ego quiere recibir, de ahí viene el concepto de egoísmo. ¿Cuantas veces has dado sin esperar algo a cambio? Creerás y podrás hacerte los cuentos que quieras y podrás responder “siempre”, “la mayoría del tiempo”, o “muchas veces”, pero si al final no te sientes satisfecho de lo recibido a cambio porque estás actuando desde el egoísmo y no desde el amor.

Tus acciones tienen sus resultados, si el resultado no te gusta, revisa tus intenciones. ¿Cuál es tu verdadera intensión? La manera de actuar es dar sin esperar nada a cambio. Y esto lo puedes identificar fácilmente, si sientes que no has recibido lo que esperabas o no te “suceden” las cosas que quieres en tu vida, seguramente es porque tus acciones salieron de tu ego, de tu mente, no de tu corazón. Tu intención real fue dar amor para recibirlo, buscas agradar a alguien para sentirte amada(o), das tu tiempo para que alguien esté para ti, das limosnas y aportas económicamente a fundaciones para recibir abundancia. Así como la ley de Murphy aplica en ciertos casos, la ley de la acción y de la reacción aplica siempre, recibes lo que das. Si das desde el ego, así lo vas a recibir. La solución está en no esperar nada a cambio, NADA, pues realidad ya tienes todo lo que necesitas, está en ti. No por lavar tu coche vas a hacer que llueva.

Tú tienes el poder de controlar tu vida… ¡Úsalo!

Luis E. Roche

Coach

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