René Emir Buenfil Viera
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Aveces toma tiempo darse cuenta, y tú como pareja tienes la intención de salvar a la persona de si misma, ves sus errores y los quieres corregir, ves su potencial y ya quieres que llegue a eso, quieres que se vea a través de tus ojos y no te das cuenta que estás pidiendo lo imposible. Además, no hay peor consejo que el que no se pide, y querer que la persona haga lo que tú quieras cuando no le han caído los veintes todavía, cuando no se da cuenta de esas cosas que tú sí, cuando tiene tantos puntos ciegos que no puede ver, o que igual y sí los ve pero nomás no le da la regalada gana de cambiar o de moverse de ahí, y es más, como tú se lo dices, menos lo va a hacer, es una batalla mal jugada. Es más, es una batalla irrespetuosa estar viendo a tus parejas como proyectos de cambio o salvación en lugar de aceptarles como son, y si tú no aceptas a las otras personas como son, quizá esto pudiera ser una señal de que tú no te aceptas a ti mismo(a) en primer lugar. Tus parejas no necesitan hacerse a la imagen que tienes de ellas para ser mejores, las personas tienen el derecho y la libertad de desarrollar su propio potencial a su ritmo y a sus tiempos, e incluso pedirte ayuda en el trayecto, ahí está bien apoyarles y motivarles, puesto que es algo que viene de ellos(as). Tal vez tengamos problemas en apoyar a nuestra pareja cuando sea algo en lo que no estamos de acuerdo o no nos parece tan importante como otras cosas que tú crees que debería trabajar primero, y peor tantito cuando estás viendo que tu pareja cambia por sugerencia de otras personas que no eres tú, eso te puede enojar mucho. Definir qué son los problemas para la persona no es lo mismo que los problemas para la relación, ahí hay muchas diferencias a explorar, y la persona puede querer mejorar en muchos aspectos antes de trabajar en su relación y eso también es respetable, pero llega un momento en el que tu paciencia se agota y debes decidir si quieres seguir al lado de una pareja que tiene cualidades que con el tiempo se convirtieron en defectos, o cosas que ordenar en su vida pero no las ve o no quiere hacerlo, confiar en la otra persona es un asunto complejo sobre todo cuando ya estás poniendo en duda continuar en la relación. Incluso, cuando tú entras a terapia y empiezas a trabajar en ti puedes sentir que la otra persona se está quedando atrás, que está muy cómoda como está o que no quiere cambiar y es ahí donde se vuelve necesario reflexionar si quieres estar al lado de tu pareja o es un buen momento para terminar, incluso puedes ver con enojo y decir que lástima que la persona esté en ese plan o en esa situación, pero comienzas a caer en cuenta que sus caminos se están distanciando y las diferencias empiezan a ser irreconciliables. Si no aceptas a la persona tal cual es, tal vez es momento de dejar que viva su vida por su lado, incluso aunque el amor u otros sentimientos sigan vivos, a veces las relaciones simplemente funcionan hasta que dejan de funcionar.
