La lucha por la paz y servir a Dios, ejemplo de la Santa Claudina Thévenet

En el Colegio Mérida recuerdan su memoria y su labor por la educación en un acto ceremonial, donde una alumna encarna a la mártir

Cada año, durante la conmemoración por el aniversario luctuoso de la santa Claudina Thévenet, fundadora de la Congregación de Religiosas de Jesús-María, el Colegio Mérida realiza el acto del mensaje, donde una de las alumnas la encarna y, en esta ocasión, se exhortó a las madres religiosas, maestros y alumnos, a que no tengan miedo de servir a Dios.

Fue la alumna Claudina Dogre, quien aceptó la responsabilidad que significa representar a la mártir, y dijo que esta pandemia ha sido una dura prueba que nos obliga a cuidar a nuestra familia, a que oremos, que siempre demos testimonio de la grandeza de Dios, “que seamos felices y entregar nuestros corazones a Dios”.

La forma de la llegada siempre es uno de los momentos más esperados y, en esta ocasión, fue en una camioneta, donde Dogre, vestida de monja, descendió del vehículo y dio su mensaje y, posteriormente, acompañada de alumnas, bailaron al ritmo de la canción de High School Musical.

Fue inevitable que la mayoría de las alumnas también acompañaran con las palmas y hasta con los pasos. Luego le entregaron un arreglo floral para que, posteriormente, se tomara fotos con cada uno de los grados.

En su intervención, la directora general del Colegio Mérida, madre Nilma Herrera Caamal, señaló que la santa vivió una Revolución y se dedicó a dar educación y enseñar la religión. “Actualmente hay un conflicto entre Rusia y Ucrania y no nos podemos quedar sentadas, tenemos que exigir que se frene la guerra, no hay motivos para esto”, dijo.

Antes del acto indicó en entrevista que para ella es un privilegio seguir la obra de la santa, que es el de educar con los valores religiosos. “Cada vez es más difícil, pero los valores son cimientos que marcan la diferencia”, aseguró.

Señaló que actualmente el materialismo, la violencia y la injusticia son obstáculos de la espiritualidad. “Claudina Thévenet, en plena guerra, no se rindió”, expuso.

Indicó que actualmente son el único colegio sólo para niñas y jovencitas, ya que otros que tenían esta característica ya son mixtos.

“Seguimos con nuestro objetivo, es una tradición de generación en generación, muchas exalumnas traen a sus hijas a estudiar”, afirmó.

Recordó que ella tiene 5 años en ese colegio y 30 de vida religiosa. Antes estuvo en el Instituto Mexicano Regina en la Ciudad de México, en la Avelino Montes (Mérida) y un colegio en Cuba.

Texto y foto: Darwin Ail