Para el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (Cmic) delegación Yucatán, Raúl Monforte González, el reto que tendrá que afrontar la nueva administración estatal será no dejar ningún espacio para el aprendizaje y retomar rápidamente la tarea y dinámica que traía el estado.
“Que el crecimiento no se detenga por este cambio de gobierno, y que se retomen los grandes proyectos que por alguna razón quedaron retrasados, como por ejemplo para el desarrollo de proyectos de energías de renovables tanto eólicos como solares, mejorar la transmisión en las líneas de distribución y que por fin se decida qué es lo que va se va a hacer con el proyecto a largo plazo del puerto de altura”, detalló.
En este sentido, el líder de los constructores yucatecos recordó que se han manejado diferentes superficies en cuanto a la plataforma de operaciones de contenedores, que se había mencionado sería de un total de 70 hectáreas pero el gobernador electo, Joaquín Díaz Mena, considera debe ser de 100 hectáreas.
Hay mucho que trabajar en esos proyectos y uno de ellos que es importantísimo, es el de los polos industriales del bienestar, que ya tienen el terreno asignado así como los incentivos fiscales que se otorgarán a las empresas que en ellos se asienten, pero de momento es muy necesario que haya inversión para dotarla de infraestructura y servicios.
Firma de convenio
Monforte González fue entrevistado tras la firma de un convenio de colaboración con la Asociación Nacional de los Laboratorios Independientes al Servicio de la Construcción (Anasilec), representada por su presidente nacional, José Luis Reséndiz Merlos, y su presidente en la región Sureste, Enrique Cervera Aguilar.
“El objetivo es que cada vez tengamos obras más durables y de mayor calidad y esto lo logramos con un tercero imparcial, que certifica mediante pruebas de laboratorio a los materiales y procesos constructivos, esto en beneficio de los clientes y de los usuarios finales”, detalló Monforte González, quien comentó que también se buscará que la ley obligue a que la certificación se contemple como un concepto de obra.
En ese sentido, explicó que en el sector público un porcentaje muy alto de las obras que se construyen toman en cuenta estas pruebas, pero solamente las muy básicas como la de resistencia a la compresión del concreto, y a la resistencia a la tensión de los aceros, pero hay muchos aspectos más donde también se requieren, mientras que en obras privadas pequeñas prácticamente no se aplican, por lo que se requiere generar más cultura al respecto.
“Se requieren de calles, energía eléctrica, fibra óptica para internet, entonces se tiene que ver la manera de planear muy bien cómo se hará esa infraestructura, y si el gobierno no tiene la capacidad para poner el dinero que se necesita, para eso está la iniciativa privada y en la Cmic hay empresas interesadas en invertir en ese rubro o invertir con el gobierno, para llevar a cabo más rápidamente esos proyectos”, subrayó.
Más adelante, Monforte González comentó que la aprobación de las reformas al Poder Judicial está generando incertidumbre, pero confía en que cuando se vayan estableciendo las normas secundarias y reglamentos, se esclarezca bajo qué reglas se va a participar.
“De momento estamos en la expectativa, y lo que hacemos es un llamado para no dejar que la incertidumbre nos detenga”, apuntó.
En la rueda de prensa se informó que en Yucatán hay 17 laboratorios que realizan este tipo de estudios y que están afiliados a la Analisec, que se dan abasto para atender las necesidades del mercado actual.
Texto y foto: Manuel Pool