OCHO AÑOS. PUNTO Y SEGUIDO

Por Pablo Cicero

Dos mil novecientos noventa días –ocho años– son los que Punto Medio ha navegado en las a veces turbulentas a veces plácidas aguas del periodismo en Yucatán. Ha sobrevivido intensos temporales y ha gozado de suaves vientos; un ya largo camino a Ítaca, lleno de aventuras, en los que la libertad de expresión se ha enfrentado a lestrigones y a cíclopes, incluso al colérico Poseidón. Muchas han sido las mañanas de verano en las que el periódico ha llegado a puertos y puertas que nunca había visto antes.

Ocho años –dos mil novecientos noventa días– con una tripulación entregada, combativa, que rema y rema, como remó anoche y anteanoche en esa galera que es la redacción con el ímpetu de Charlton Heston. Todo, para que este ejemplar esté en tus manos. La travesía de informarte de manera oportuna e imparcial es dura, pero plena de recompensas, ya que el periodismo que no sirve para el beneficio de su comunidad no sirve para nada: es papel, aire, basura. En esta odisea varios capitanes han tomado el timón; hoy me toca a mí. Navegaré esta goleta por latitudes hasta ahora desconocidas, en busca del grial del interés de los lectores.

En esta época turbulenta, en la que nos ahoga un diluvio de información –arrecian las “noticias” en las redes sociales–, asumiremos nuestra labor de periodistas, que es la de digerir los hechos y los dichos y presentártelos en forma jerarquizada; a eso responde este nuevo diseño, un punto y seguido de este Punto Medio. Historias que emocionen, inquieten y hagan pensar, que reflejen a nuestra sociedad, con sus cualidades y defectos, e imprimirlas de la manera más honesta y transparente posible. Un comunicado es un comunicado, no una noticia investigada y escrita por nuestros reporteros. Y así lo consignaremos.

Un estudio publicado en la revista Science dice que cada persona es bombardeada, al día, por un volumen de información equiparable al contenido de 174 periódicos. En 1986 se señalaba en ese análisis, cuando aún no se habían popularizado internet ni el correo electrónico, y el común de los mortales no imaginaba siquiera el nacimiento de Twitter, Facebook o los «smartphones», que ese volumen de información rondaba una cantidad equiparable a 40 diarios impresos. Hoy día una persona envía información a través de datos o imágenes en un tamaño que necesitaría el espacio de seis periódicos, doscientas veces más que las dos páginas y media de hace un cuarto de siglo.

Y es ésa la razón de nuestra apuesta: elegir las notas que mayor interés y repercusiones causen y provoquen, considerando que, en las barreras del papel, texto e imagen se complementan en un todo, en una historia que se lee y se ve. El nuevo diseño responde a esa necesidad de presentar la información de una manera ordenada y clara, que digiera la realidad y se pueda asimilar de manera directa. Un periódico útil, atractivo, que trascienda las habituales veinticuatro horas de vida de un cotidiano, que no sea efímero como insecto.

Para alcanzar ese objetivo, reporteros, fotógrafas, editores y diseñadores han trabajado en los esquemas que conforman las cuarenta y ocho páginas de Punto Medio. Todo, hasta el más mínimo detalle, tiene una razón de ser. Por ejemplo, las tipografías –tipo de letra– que se eligieron para los titulares y el cuerpo de las notas son de las familias Maryweather y Roboto, que según estudios de hábitos de lectura son unas de las que menos cansan, las que con mayor facilidad entran por nuestros ojos. Con esa certeza, podemos asegurar que los lectores de este Punto Medio podrán informarse sin sentirse agobiados, ya que de todo el tsunami informativo hemos elegido las mejores notas y las hemos plasmado en este diseño.

En cuanto al fondo, al espíritu, Punto Medio seguirá siendo un periódico imparcial, sin filias y con una única fobia: a lo que vaya en contra del desarrollo de la sociedad. Nuestros valores son los mismos que los de los yucatecos, que en fuertes cimientos basan su progreso. Un buen periódico es una nación hablándose a sí misma, definía Arthur Miller. Queremos que Yucatán converse y dialogue en estas páginas. El único fin que persigue Punto Medio es el de alejarse de la estridencia y apostar por un periodismo propositivo, que construya en lugar de destruir. Dos mil novecientos noventa días, ocho años… Gracias a ti, que hoy de nuevo nos tienes en tus manos, literalmente.

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