Ola de violencia en Tijuana preocupa a los comerciantes y activistas

Sectores de la sociedad civil y empresariales alzaron la voz este sábado para exigir a las autoridades un alto a la violencia que ha escalado con delitos de alto impacto en Tijuana, fronteriza con Estados Unidos.

La violencia, que ha arreciado en los últimos dos meses en la frontera norte de México con Estados Unidos, ha dejado un saldo de al menos cinco asesinatos y siete agresiones con arma de fuego al interior de bares, restaurantes y en algunas calles de la zona turística de la ciudad, ubicada a solo un kilómetro del puerto internacional fronterizo de San Ysidro.

Entre ellos, los sucedidos en el parque acuático ‘El Vergel’, donde el pasado 10 de julio una familia fue agredida a balazos, con el resultado de tres mujeres y dos menores de edad lesionados; así como el asesinato de un aficionado a las afueras del estadio de futbol del equipo profesional de Xolos, al finalizar un partido.

Edgardo Flores, presidente del Comité Ciudadano de Seguridad Pública de Tijuana, lamentó que se presenten este tipo de incidentes, que consideró son “una afrenta a la autoridad, independientemente para quienes estén dirigidos los atentados”.

“La delincuencia hace lo que hace porque se puede, porque hay un plano de impunidad, porque no hay consecuencias, pero también porque hay un escenario y un entorno que no es favorable”, manifestó.

Señaló que no se ha cumplido en la fronteriza Tijuana con la promesa de seguridad y criticó las labores de las fuerzas de seguridad locales y la presencias de la Guardia Nacional para atender la inseguridad. “Si no hay análisis, labores de infiltración, operaciones encubiertas y de inteligencia real que permitan tener capacidad físico-activa para poder emprender acciones de combate a la inseguridad, y si la Guardia Nacional solo se dedica a patrullar, no va a resolver el problema de la inseguridad”, sostuvo Flores.

Heriberto García, quien ha desempeñado cargos en el ámbito jurídico, en el servicio público y en la defensa de los derechos humanos, dijo que el sistema de justicia en el país no ayuda para garantizar la seguridad en general, lo que se ve reflejado en Tijuana, porque “cada quien hace (de la seguridad) como Dios le dio a entender o como sus intereses le convengan”.

Detalló que para que un sistema funcione tienen que confluir tres elementos: “Personal calificado, leyes idóneas, infraestructura y equipamiento”.

“Y si falta alguno de los tres, fallará todo el sistema”, advirtió.

Texto y foto: EFE