La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y los Gobiernos de Canadá y México lanzaron hoy una campaña para “empoderar el rol” de las mujeres indígenas mexicanas y prevenir que sean víctimas de trata de personas.
El proyecto, denominado “Detección y prevención de la trata de personas en comunidades indígenas de México”, busca sensibilizar a los pueblos originarios sobre este delito y dotar a la población, especialmente a las mujeres, de herramientas para prevenir y combatir la trata.
Representantes de las tres partes explicaron los proyectos de capacitación de mujeres en una rueda de prensa en la embajada de Canadá, país que financiará parte de la campaña y aportará apoyo técnico para su desarrollo, en la capital mexicana.
Los programas de capacitación se implementarán en las comunidades indígenas de Papantla (estado de Veracruz), San Quintín (Baja California) y Tlaola (Puebla).
Según datos de Naciones Unidas, 15 % de la población mexicana es indígena, lo que equivale a 17 millones de personas, y 82 % de los indígenas han sufrido marginación.
Además, 45 % de las víctimas de trata son niñas indígenas, que son captadas por el crimen organizado para ser explotadas, violadas o vendidas.
Roberto Serrano, director general de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) del Gobierno mexicano, hizo un llamamiento a “erradicar y prevenir esta lamentable práctica”.
Puso en valor el papel de las mujeres indígenas en la pervivencia de las cultura originarias y señaló que la campaña buscará que “reciban un trato igualitario y se empoderen ante situaciones que las ponen en peligro”.
Por su parte, Antonio de Leo, representante de la UNODC, lamentó que la falta de acceso al empleo y a la educación propicia que se cometa trata de personas en las comunidades indígenas, y sentenció: “No podemos permitir que esto siga sucediendo”.
“En Canadá hemos cometido todos los errores posibles con los pueblos indígenas”, expresó el embajador canadiense en México, Pierre Alarie, quien explicó que su gobierno está impulsando ahora un “proyecto de reconciliación” para mejorar las condiciones de vida de los indígenas de Canadá y del resto del mundo.
En 2017, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, modificó su gabinete para prestar más atención a los indígenas y en los últimos años se ha disculpado oficialmente por los agravios históricos del Gobierno canadiense contra sus comunidades originarias.
“Ha habido muchos avances, pero hoy en día ambos países (México y Canadá) siguen enfrentando la marginación y discriminación en función del origen y la identidad”, aseveró el embajador canadiense.
Rubí Nolasco, representante indígena de Tlaola, celebró que el proyecto busque concienciar sobre la trata usando los idiomas propios de las comunidades en lugar del español.
También reivindicó que “si las políticas públicas no incluyen a las mujeres indígenas, no habrá desarrollo” y que “empoderarlas es un gran avance en igualdad de género”. EFE