Organizaciones, ambientalistas y expertos en medioambiente hicieron este miércoles un llamado a que se suspendan las obras del tramo 6 Tren Maya, debido a los daños que está causando a varios humedales en la zona de Bacalar, en el estado de Quintana Roo.
“Hacemos un llamado a la suspensión de las obras del Tren Maya en el tramo Bacalar-Chetumal, y exigimos un proceso sin prisas que abra espacios para consultar a la población, consultar a los investigadores y realizar un conjunto de estudios que permitan la toma de acuerdos y decisiones responsables”, indicaron en una carta firmada por alrededor de 100 ambientalistas y representantes de organizaciones.
En la misiva, los firmantes relatan su “asombro” desde la llegada hace varios meses de personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a la zona, donde, indicaron, abrieron la brecha principal para la construcción de la vía derribando miles de árboles en un espacio de entre 50 y 70 metros de ancho.
También, vieron cientos de camiones que trajeron relleno y, finalmente, como están “rellenando los humedales”.
Explicaron que en el sur de Quintana Roo se encuentra un conjunto de lagunas interconectadas por canales y por cientos de hectáreas de humedales y “bajos” cubiertos por manglares y orquídeas que conforman el hábitat de aves, reptiles, mamíferos y peces. Es el sistema lagunar de Bacalar, que alberga el mayor arrecife bacteriano del planeta, alertaron los ambientalistas.
“La decisión de construir la vía del tren sobre este humedal pone en riesgo la salud de todo el sistema lagunar. Esa decisión es una enorme equivocación que traerá consecuencias graves para los frágiles ecosistemas que conforman esta región”, aseguraron.
Además, establecieron que constituye una amenaza para el bienestar y la seguridad de las poblaciones locales, quienes, aseguraron, nunca fueron consultadas.
“Es una falta de responsabilidad de parte de Sedena, de Fonatur (Fondo Nacional de Fomento al Turismo), de la Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) y del gobierno del Estado, quienes deben garantizar el cuidado y conservación de este importante ecosistema”, se lee en la carta.
En los últimos días, se vio cómo están construyendo un puente elevado en la zona del estero de Chac, pero los ambientalistas insistieron en que eso no resuelve el problema, ya que la afectación es el trazado en sí porque implica el relleno de varios kilómetros de humedales, necesarios para el ecosistema local.
Esto afecta, dijeron, “a los flujos naturales y por ende la temperatura, el color y el caudal que ellos regulan modificando el hábitat de cientos de especies de flora y fauna”.
Sobre la construcción del puente elevado, afirmaron que no se ha hecho ninguna consulta ni se ha divulgado información al respecto.
Los ambientalistas concluyeron la carta asegurando que, por razones de presupuesto y tiempos políticos, se ha priorizado la celeridad del proyecto del Tren Maya a la creación de una estrategia de prevención de impactos ambientales y ecológicos.