El zurdo protagoniza la undécima joya de ese tipo en LMB, tercero de nueve entradas y único hasta ahora en playoffs
Al exlanzador de los Leones de Yucatán, Óscar Rivera, la fecha del siete de agosto lo tiene marcado doble: Hace 18 años consiguió un Juego Perfecto y en 2019 nació su hija, Arline Rivera Ferrer.
El gran logro lo consiguió el siete de agosto de 2005. Tenía 23 años y fue en un juego de postemporada ante los Guerreros de Oaxaca. Fue el Juego Perfecto 11 en la historia de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), el tercero de nueve entradas.
Aunque esa hazaña no se la imaginó el día del partido. Contrario al sin jit ni carrera que consiguió el explosivo Ravelo Manzanillo, quien aseguró que ese día constantemente iba al baño por los nervios.
El sonorense señaló que sólo estaba concentrado en que los melenudos pasaran a la siguiente ronda y fue un trabajo en equipo, ya que todos sus compañeros dieron lo máximo para que se concrete la hazaña, que en el último bateador por poco no se concreta, ya que estuvo a punto de convertirse en pasaporte.
A los melenudos les urgía su tercer título, el anterior lo tuvieron en 1984 y habían pasado 20 años, que no lo alcanzaban, se quedaban en la postemporada y siempre se desairaba en ese entonces a una de las mejores aficiones del país, que en los últimos años se ha convertido en la mejor del circuito.
Llegó el noveno episodio y los nervios de todo el mundo estaban a punto de estallar. Después de retirar a sus primeros dos enemigos, enfrentó al “soldado”, José Montenegro, y con la cuenta de dos bolas y un strike, perdió la zona de contacto y la situación se puso color de hormiga para el sonorense, que con nervios de acero realizó un lanzamiento que mordió la esquina de afuera para dejar el conteo en 3-2.
El bateador amagó con irse a la inicial, pero el ampáyer Salvador Viera lo frenó al marcar el segundo strike. Afortunadamente, no se sugestionó con la zona del pentágono y aplicó lo que decía el héroe Kalimán “Serenidad y Paciencia”, por lo que se tomó su tiempo.
Rivera culminó su obra con un disparo hacia la esquina interior, engañando a su rival, al que dejó con la carabina al hombro para el aut 27. La hazaña se consumó y el “Kukulcán” explotó.
Las fieras no se coronaron ese año, pero ese juego había sido un gran regalo a una afición que ha sido fiel.
Rivera reconoció que, además, del gran trabajo en equipo para lograr esto se debió a que él es muy disciplinado y aprovechó para aconsejar a los prospectos y los jóvenes en general.
“Hay talentosos, pero que son indisciplinados, el disciplinado en cualquier lugar que vaya va a tener cabida”, afirmó.
Datos a destacar
1. Nació en Magdalena de Kino, Sonora, el 13 de abril de 1980.
2. Se retiró por su familia. Tenía 37 años.
3. Entrenó a niños. En el Idey (Instituto del Deporte del Estado de Yucatán) trabajó de coordinador de béisbol para las selecciones de béisbol juveniles. Entrenó a clubes en la Liga Yucatán de béisbol.
4. Tuvo un restaurante de platillos de Sonora, pero la carne y los ingredientes eran caros y tuvo que cerrarlo.
5. Su primogénito tiene 13 años de edad y se llama Óscar como él.
6. Su esposa se llama Evelín Ferrer Gutiérrez, nació en la Ciudad de México y sus papás son de Tabasco.
7. Pese a que nació en un estado considerado como fábrica de peloteros, él no tuvo un instructor con una trayectoria como él. Espera que esto sea motivador para los chicos yucatecos.
8. En las redes sociales a través de videos mostrará cómo es él, técnicas para realizar pitcheos y ejercicios que deben realizar.
9. A su hijo le gusta el béisbol, pero le apasiona más el fútbol.
Texto y fotos: Manuel Pool