Buscan honrar la memoria del abogado con una placa conmemorativa junto a un frondoso árbol existente en algún parque de la ciudad de Mérida
A través de sus amenos escritos conocimos muchos lugares y personajes, tanto de nuestra ciudad blanca como del interior del estado, como el peluquero, el vendedor de tacos de cochinita y el lavador de autos, a quienes, como a todos, trataba con mucho afecto y respeto. Hablamos del abogado Carlos Barrera Jure, quien, lamentablement,e en noviembre del año pasado se nos adelantó en el camino.
Sin duda que la noticia de parte de uno de sus hermanos fue como recibir un balde de agua fría, pues don Carlos siempre fue un hombre caballeroso y amable, que siempre estará presente en el recuerdo de quienes tuvimos la suerte de tratarlo y, por supuesto, de recibir de sus propias manos y con dedicatoria especial cada uno de sus libros, en los que, con lujo de detalles, lo mismo nos llevaba a conocer cómo era la vida de sus abuelos y sus padres en su natal Hopelchén, Campeche, o nos compartía aquellos momentos de convivencia familiar en las navidades, o qué tal las aventuras que con sus primos corría en las temporadas de vacaciones de verano en el puerto de Progreso.
De manera reciente en su página Yucatán pasado y presente, don Carlos nos compartió la historia de numerosos predios ubicados en el Paseo de Montejo, la Avenida Colón y otros del rumbo, detallando de manera cronológica quiénes fueron sus propietarios, pero también nos compartía detalles de su día a día en donde de una manera muy especial, nos contaba de sus recorridos por el mercado de Chuburná, donde, además de visitar el tianguis, disfrutaba de sus taquitos de lechón y cochinita.
Y aquellos recorridos sin duda le aportaban mucho material para nutrir su Facebook con una sección que llamó “Oficios y negocios de nuestro tiempo”, en donde recomendaba a cercanos amigos o proveedores que consideraba atentos en su labor que desarrolan con honestidad, profesionalismo y eficiencia.
Y uno de los lugares de los que siempre se dijo asiduo cliente es la taquería “Luis Aquí”, ubicada en Chuburná, al igual que el lavadero de autos de don Luis Antonio Aguilar o los helados de don Enrique Lugo, que aún conserva en su predio de la García Gineres el carrito de madera La Modelo de su padre, y a quien, por supuesto, le compraba por litros helado de coco y chocolate, además de sus barquillas dulces.
Don Carlos, quien fue presidente en dos periodos de la Asociación de Ejecutivos de Ventas y Mercadotecnia, en 1995-1996 y de 1997 a 1998, también se dio tiempo para combinar su pasión por la fotografía con su amor por los árboles y el 1 de marzo de 2019, abrió en Facebook un grupo al que llamó “Árboles extraordinarios de Yucatán”. Su intención era transmitir a los yucatecos en particular y al mundo en general, su gran amor a “estos seres vivientes más viejos, grandes y altos en la tierra, símbolos perdurables y poderosos de la vida” y recorrió Mérida y las poblaciones vecinas para fotografiar y testimoniar la belleza y grandeza de la población arbórea yucateca, la cual es ignorada por muchos pese a que es esencial para la conservación del medio ambiente y la vida humana.
Publicó cuatro libros dedicados a los grandes y antiguos árboles de Mérida, a los que llama “extraordinarios” y “guardianes del tiempo”, y cuya egregia belleza registro en fotografías. Él consideraba que los “Árboles extraordinarios” son una riqueza patrimonial de Mérida y un legado que debemos dejar a las nuevas generaciones.
Por ello, ahora los integrantes de este grupo de Facebook quieren honrar la memoria del amigo con una placa conmemorativa junto a un frondoso árbol existente en algún parque de la ciudad de Mérida, por lo que invitamos a la gente que desee apoyar el proyecto a acudir a firmar la correspondiente petición el sábado 25 de febrero de 2023, de 17 a 20 horas, en el Parque de la colonia Alemán.
Las firmas se entregarán al Ayuntamiento de Mérida para que autorice se coloque la placa que se pretende adquirir con la cooperación de todos los integrantes de la página y amigos.
Texto: Manuel Pool
Fotos: Cortesía