Mientras algunos padres de familia han planeado pasar su día felices, rodeados del amor y cariño de los suyos, a pesar del confinamiento por la contingencia sanitaria, otros lo único que piden es que sus hijos estén sanos, que no los invada la desesperanza , la incertidumbre y la impotencia de tener un hijo enfermo de cáncer.
Tal es el caso del señor Ángel Hernández Velázquez, quien señaló que para muchos niños sus padres son como superhéroes, pero para él su hijo Javier Benjamín es como “Superman”, pues desde que se le diagnosticó a los 3 años leucemia linfoblástica aguda, siempre ha mantenido una sonrisa en el rostro a pesar de las adversidades, del dolor y lo que implica tener esa enfermedad.
Don Ángel comentó que su hijo fue uno de los pioneros del albergue “Hogar de Ángeles”, donde se da atención a niños con cáncer, ofreciéndoles hospedaje, alimentación, transporte, complementos alimenticios, acompañamiento emocional y apoyo de fisioterapia, entre otros.
Explicó que a los 6 años se le dio de alta a su pequeño, pero esta felicidad duro poco, pues luego de dos años, en abril pasado, le regresó la enfermedad, lo que fue un fuerte golpe para toda la familia, que pensó que esa pesadilla al fin se había acabado.
“Al enterarse que le había regresado la enfermedad, mi hijo asumió la noticia con valentía y con una actitud positiva, lo que nos motiva a seguir firmes, luchar con él para lo que venga, y hacer todo lo que esté en nuestras manos para que salga de esta enfermedad”, destacó.
Indicó que es muy doloroso ver a su hijo pasar de nuevo por este proceso, tomando en cuenta que el tratamiento es más agresivo, lo que implica un desgaste en su salud, por los efectos que tiene el medicamento.
Comentó que desde que se le diagnosticó la enfermedad el menor siempre se ha mostrado positivo, con buena actitud, nunca se ha quejado, ha sabido enfrentar al cáncer con coraje, pues disfruta de la vida y lo que ésta conlleva.
La familia vive en Cancún, lo que hace más difícil su situación, ya que tiene que pedir permiso en su trabajo para poder acompañar a su esposa y su hijo durante este tratamiento; y sus otras dos hijas se quedan a cargo de sus abuelos.
Desde hace una semana, el menor permanece internado en el Hospital Materno Infantil; sin embargo, tuvieron complicaciones para que le hicieran una transfusión de sangre y plaquetas, debido a que hay un desabasto en el banco de ese nosocomio, ya que muchas personas no están acudiendo a donar por el temor de contagiarse de COVID-19.
Texto y foto: Georgina Bacelis
