La panadería El Despachito: toda una tradición en el rumbo del Chem Bech

Por su sabor inigualable y sus precios accesibles, esta panadería se ha convertido en la preferida de los vecinos de la zona

Desde hace muchos años, es una tradición disfrutar de los tamales horneados que a partir de la una de la tarde están disponibles en la panadería “El Despachito”, ubicada sobre la calle 59 entre 38 y 40, en el Centro de la ciudad.

Visitamos el lugar, y a pesar de que este ha sido rentado y actualmente lo trabaja otra persona, que es quien elabora toda la variedad de panes, resulta que los tamales siguen siendo preparados por la señora Alma Elizabeth Herrera Pasos, quien es la propietaria original.

Así nos lo comentó el señor José Eduardo Dzul, quien desde hace seis años renta la panadería y la trabaja preparando una amplia variedad de productos, entre los que se destacan las rebanadas de hojaldra de jamón y queso, y qué decir de los pastelitos rellenos de camote que de verdad son muy recomendables, al igual que el budín.

En el mostrador atiende a la clientela amablemente la señora María Araujo Dzul, quien comentó que la panadería “El Despachito” tiene alrededor de 60 años de existencia, y que su fundador fue Don Ernesto Herrera.

Don José nos platicó que primero trabajó como empleado y que, en su momento, con su trabajo diario se ganó la confianza de la propietaria, quien le dio la oportunidad de administrar la panadería y de manera posterior rentarla, lo cual es muy significativo, ya que al ser considerada Patrimonio Familiar nunca se había hecho.

“Yo soy panadero de toda la vida, comencé en este oficio desde que tenía siete años, he trabajado en el Lirio Rojo, en la Sirena, en la  Lupita que está por el rumbo de San Rafael, mayormente las he pedido para que me las renten”, comentó nuestro amigo, quien mencionó que fue un tío, don Wilbert Casanova Peraza, quien le enseñó este noble trabajo.

“Mi tío tuvo la panadería que se llamaba ‘La Huayita’ en la calle 49 por el rumbo de la Plancha, antes de llegar al ‘Alegre Sapo’”, detalló don José, quien recalcó que la venta de los tamales horneados es una tradición de “El Despachito”, mientras que el público también pide el budín, las bolitas de queso y las hojaldras, que ya son consideradas como un referente del lugar, además de las barras de pan francés que se elaboran en el horno de leña y que se ofrecen con su hoja de palma de coco.

“Hay que levantarse temprano para que, a partir de la una en adelante, comience a salir la mayor parte del producto y luego a las cuatro y media se complete el surtido con las conchas, los tutis y, en general, en pan tradicional”, explicó.

Importante es mencionar que esta panadería no abre por las mañanas, a excepción de los sábados y domingos, cuando desde las seis de la mañana ya hay barras, además de que los sábados desde las ocho de la mañana ofrecen a su clientela lechón al horno.

“A la gente del rumbo le gusta mucho el pan que hago porque también es una tradición que tenemos de años en familia, para darle buen gusto, pero también por el precio, por ejemplo, las barras y el pan las tenemos a seis pesos, un peso menos que en otros lugares, el budín está a siete, lo mismo que los rellenos, mientras que los tamales horneados están a 22 pesos”, puntualizó.

Texto y fotos: Manuel Pool