En México, solo una de cada cinco personas recibe atención dentro de los primeros 20 años en los que inicia con síntomas
La pandemia de COVID-19 ha traído consigo otra pandemia, la de los trastornos mentales en México y en el mundo; sin embargo, la atención de la salud mental permanece en una agenda olvidada por parte de las autoridades, lo que hace más complicado que las personas puedan tratarse, así lo dio a conocer el psiquiatra Jorge Mérida Puga, Socio Creativo de Advisory Network for Wellbeing.
El especialista destacó que en México hay 3.6 psiquiatras por cada 100 mil habitantes, y en ciudades como Monterrey y Guadalajara tienen 18 especialistas por ese número de habitantes; aunque hay estados como Chiapas que tienen 0.5 psiquiatras, es decir ni siquiera llega a uno por cada 100 mil habitantes.
El socio de esta empresa encargada de promover la salud mental en el trabajo mencionó que, según datos de la Encuesta Nacional de Epidemiolología Psiquiátrica, de 5 personas que necesitan servicios de salud mental, solo una los va a recibir, ya que en México el 20% recibe atención necesaria, luego de 4 a 20 años después de presentar síntomas.
“Cuando no se atienden debidamente estos trastornos, presentan complicaciones que derivan en situaciones graves como adicciones, discapacidad temporal, depresión, y en el peor de los casos el suicidio”, manifestó.
El entrevistado comentó que la salud mental está determinada por varias causas, una de ellas las sociales, y esta crisis sanitaria ha generado muchas modificaciones, vulnerando las circunstancias de salud mental de las personas, particularmente de los trabajadores.
“Los epidemiólogos destacan que estamos ante la cuarta ola del impacto de la pandemia, y por naturaleza, las circunstancias durarán más que la crisis actual, por lo que este virus pasará, pero estos padecimientos van a permanecer, porque son enfermedades mentales crónicas”, advirtió.
Asimismo resaltó que durante la crisis mundial del 2008 y 2009 se hicieron estudios que arrojaron que cuando hay una crisis económica empeora la salud mental, y particularmente se reveló que incrementa la tasa de suicidios de varones entre los 45 a los 65 años de edad.
“Esto de alguna manera comprueba que las situaciones sociales afectan la salud mental de las personas, sobre todo en el tema laboral, pues la contingencia sanitaria detonó la pérdida de empleos, el hecho de que las y los empleados tengan que trasladar el trabajo en sus casas, ambas situaciones generaron estrés, pues se ha comprobado que cuando las personas no socializan se enferman física y mentalmente”, dijo.
El psiquiatra explicó que al adaptarse el “home office” ocasionó que incrementara la carga laboral, adaptándose a circunstancias de las cuales no estaban preparados, además de que se vio incrementada la carga de trabajo doméstico principalmente en las mujeres.
En el caso del suicidio, aseguró que se da más en hombres, ocasionado por el estrés económico, pues culturalmente se les adjudica el rol de proveedores, por lo que tiene mayor peso en ellos.
Texto: Georgina Bacelis
Foto: Agencia