Participación ciudadana en descacharrización

Desde el sábado en la mañana, Don José, vecino del fraccionamiento Las Américas, hizo limpieza en su casa para deshacerse de todo aquella basura y cacharros que pudieran convertirse en criaderos de mosquitos y así contribuir con la última campaña de descacharrización que puso en marcha la Secretaría  de Salud.

“Desde el sábado hice una pequeña recolecta en mi casa. Tenía algunas latas y cubetas en el patio, las cuales no utilizo y que quedaron de unas pinturas”, compartió mientras las apilaba afuera de su predio.

Y es que dijo no ser la primera vez que participa en la campaña. “Esta es la  segunda ocasión. Lo tenemos que hacer. Afortunadamente ninguno de mi familia se ha enfermado con dengue, chikungunya o zika. Es mejor prevenir que lamentar”, expuso.

“Creo que este debe ser un trabajo coordinado, no podemos dejarlo todo al gobierno, pero también, ellos no nos deben dejar todo a los ciudadanos. Deben salir a fumigar, aquí poco se ven las camionetas”, añadió.

Así como don Juan, cientos de familias responsables hicieron lo mismo, a fin de evitar criaderos de mosquitos.

Datos

Según datos  oficiales, el quinto operativo de descacharrización en comisarías de Mérida tuvo un buen ritmo, mediante el cual se recolectaron cerca de 81.5 toneladas de potenciales criaderos de mosco.

En esta ocasión el trabajo inició en las comisarías desde el sábado, mientras que el 3 y 4 de diciembre se recorrerá la ciudad de Mérida, el sur y norte, respectivamente.

El recorrido arrancó desde las 8:00 horas en las comisarías de Chablekal, Cheumán, Cholul, Cosgaya, Dzibilchaltún, Dzidzilché, Dzityá, Kikteil, Komchén, Noc Ac, Sac-Nicté, San Antonio Hool, Santa Gertrudis Copó, Santa María Yaxché, Sierra Papacal, Suytunchén, Tamanché, Temozón Norte, Tixcuytún, Xcanatún, Xcunyá, Fraccionamiento Las Américas, Cocoyoles, Ex Basurero y Colonos.

Los número de cacharros recolectados disminuyó operativo tras operativo. Durante el primero se obtuvieron mil 621 toneladas; en el segundo, mil 376; en el tercer 500; cuarto cerca de 300  y en esta última, bajó a 55.  Todos son enviados al basurero municipal.

Jesús Gómez

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