Pasión por la fotografía y atrevimiento

El cineasta José Mario Luna García, durante su visita a Mérida, invita a los jóvenes fotógrafos a dejar a un lado el conformismo y ver desde otra perspectiva la realidad y transformarla

Para el destacado cinefotógrafo y Director de documentales, José Mario Luna García, la pasión por el arte de la lente debe estar acompañada de preparación y constante capacitación, “pero lo más importante es atreverse a ver desde otra perspectiva la realidad y transformarla”.

De visita en Mérida, donde acudió a las actividades académicas por el 48 aniversario de la fundación de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la UADY, el cineasta compartió sus experiencias con estudiantes de Comunicación Social, a quienes dijo que “el conocimiento y la práctica de la fotografía debe estar acompañada de pasión y atrevimiento que deje a un lado el conformismo, y en este sentido no podemos estar anclados en técnicas de la imagen que ya son historia”.

Mario Luna ha sido formador de cineastas mexicanos que han destacado a nivel internacional, como Emmanuel Lubezki, ganador del Óscar por mejor fotografía en 2014 por Gravity y en 2015 por Birdman y de Alexis Zabé, ganador del Ariel por Luz silenciosa en 2007 y Temporada de patos en 2004.

“Llevó 41 años impartiendo clase en la Centro Universitarios de Estudios Cinematográficos; nos toca compartir conocimientos y experiencias en los tres primeros tres semestres y es ahí cuando empezamos a descubrir a los jóvenes que tienen talento, pero es fuera de las aulas cuando muestran sus capacidades, sin embargo, es fundamental atreverse, ya que la escuela que el fotógrafo tiene son las calles”, manifestó.

Aseguró que la fotografía en el cine ha cambiado por el uso de nuevas tecnologías, pero “la función del fotógrafo, que es poner en imágenes una historia, sigue siendo la misma”.

“Debemos reconocer que la tecnología transformó la fotografía; sin embargo, hay que advertir que los nuevos programas, que incluso pueden suplir a los actores, impiden el análisis y reflexión sobre los temas que se quieren plasmar en imágenes”, indicó el decano de los fotógrafos mexicanos.

En 1976 , Mario Luna ganó el Ariel por la dirección del cortometraje Preferencia; ha sido director de fotografía de los largometrajes de ficción Adiós David, en 1979; El costo de la vida, en 1989; Redondo, en 1986, y Los caminos de Green en 1987.

Su trabajo en el cine indigenista fue reconocido por el Club Nacional de Periodistas y en televisión ha colaborado como camarógrafo de 2a. unidad para la serie Fórmula 1 de la Televisión Canadiense durante su etapa de filmación en México y en documentales para Clío México Siglo XX, entre otros.

Texto y foto: Jorge Euán

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