Paul

Mario Barghomz
mbarghomz2012@hotmail.com

Hace apenas algunos días Paul McCartney cumplió  80 años de edad (18 de junio).

Paul es uno de los músicos más longevos del rock, pero no sólo longevo como algunos otros, sino de permanencia ya legendaria.

Quizá sea Paul sin lugar a dudas la figura más emblemática de la música contemporánea, y no hablo sólo del Pop ni del ánimo de compararlo o diferenciarlo de otros géneros. Paul es como ya se ha dicho en alguna ocasión, estar ante el Mozart de nuestros días.

Ochenta años de vida y más de 60 de hacer música no es para la vida de nadie una cosa simple y sencilla; hay que ser lo bastante resiliente, terco y muy capaz para haber sobrellevado los dilemas implícitos en toda agrupación musical o las francas diferencias que en su momento tuvo con el también legendario John Lennon, o aquellas con George Harrison cuando volvió a reunir al grupo de the Beatles para grabar el que sería su último disco: “Let It Be”, lanzado el 8 de mayo de 1970.

Paul es esa mezcla de virtud y talento, de capacidad y esfuerzo, de resistencia y gestión para resurgir y volver a generar la música que le conocemos, canciones que escuchamos una y otra vez y de las que será difícil que nos logremos desprender, al menos no en un futuro inmediato o por el resto de nuestras vidas.

Después de ellos (de The Beatles) muchos grupos, docenas de bandas musicales inglesas, alemanas, norteamericanas, canadienses, irlandesas, australianas… siguieron sus pasos; se agruparon, crearon sus propias canciones, marcaron su estilo, y veinte, quince, diez años después o menos, desaparecieron.

Y Paul sigue aquí, vigente; haciendo música y dando conciertos como siempre. Actualmente lleva a cabo el “Got Back”, 2022 por 13 ciudades de la Unión Americana. Ahora en solitario; ya no con su vieja banda de The Beatles, ya no con Wings, la banda que formara junto con su esposa Linda que moriría de cáncer años después. The Wings perduró toda la década de los setenta del siglo anterior.

Luego, en 2006, Paul compuso lo que a mí me parece una de las obras corales más hermosas de la música clásica: “Ecce Cor Meum” (Este Corazón Mío, que yo traduciría como “He aquí mi corazón”). Durante su proceso, Linda había muerto, y no está demás decir que su melancolía y tristeza se perciben en la obra. Sólo basta escuchar el primer movimiento (“Spiritus”) para notarlo.

Pero seguro que Paul no está solo, no se siente solo, sino acompañado de sus fans a nivel mundial y de la historia musical que él mismo ha creado.

Hoy Paul (Sir Paul McCartney) se ha convertido en el clásico de una figura ya legendaria. La música contemporánea se divide en antes de The Beatles y después de The Beatles. Los años 60 del siglo XX fueron el parteaguas generacional del antes y después de nuestra actual cultura y época. Y Paul, estemos seguros que sin proponérselo, ha sumado generación tras generación con el gusto por su música.

Let it Bee, Yesterday, Hey Jude no son sólo canciones cuyos ritmos y estilo pertenecen al pasado de hace 50 o 60 años, sino que son mágicamente atemporales y forman hoy también parte del gusto de generaciones más jóvenes que han encontrado también en Paul la mejor y más bella manera de hacer y escuchar música.

Sin duda con John Lennon, Paul era inmejorable creando la música más bella del mundo. Y mucho se ha dicho y escrito sobre quien es o era mejor que el otro; si la rebeldía y la sobrada perspicacia de Lennon o la sutil delicadeza de Paul. Sin embargo (y afortunadamente) eso ya no se discute, hablamos hoy de dos genios musicales que juntos o separados representan lo mejor de la música de nuestros tiempos.

Pero Paul, aún como ser vivo y vigente, sigue superando aquello que otros, también como humanos, no han superado o nunca lo hicieron, ¡la permanencia!.

Por supuesto celebro en lo particular y con mucho gozo el cumpleaños de Paul. Desde aquí le mando un abrazo muy fuerte y el deseo de que siga siendo ejemplo de vida.

¡Por siempre Paul!

¡Feliz cumpleaños!