El candidato al Senado Jorge Carlos Ramírez Marín sostiene que la tranquilidad de la región está amenazada por los pescadores furtivos. Se llevan langosta, caracol y todo lo que encuentren, sentencia
PARA EL CANDIDATO al Senado de la República por el PRI, Jorge Carlos Ramírez Marín, en Yucatán hay dos temas urgentes en materia de seguridad: las costas y las adicciones, y ambos son parte de lo que se vive en las costas yucatecas con la llamada fiebre del pepino que trae aparejadas graves consecuencias que hicieron que desde el Senado el tráfico de esta especie sea considerado como un delito equiparable al crimen organizado.
“El robo de motores incluso en pleno mar, en mar abierto, nos marca señales de alerta que no se deben desatender, -dijo el aspirante quien fue claro al señalar que empresarios avorazados traen gente de otros estados a violar las vedas de Yucatán, -a malear el ambiente social de los municipios pesqueros yucatecos”, subrayó.
Ramírez Marín consideró que el principal problema no es el pepino de mar, sino las consecuencias que se derivan de la manera en la que se está pescando, lo que además de ocasionar un aumento en los problemas sociales en los municipios pesqueros, causa un problema adicional.
“La gente se mete a sacar pepino clandestino, saca langosta clandestina, saca pulpo clandestino, arponea lo que está prohibido arponear y se lleva todo”, subrayó.
“La cultura muy estricta de respetar la veda rigurosa que hacían los pescadores e industriales yucatecos de la langosta y el pulpo hoy no existe, está desapareciendo porque hoy por hoy, es imposible controlar la pesca clandestina”, reconoció.
En cuanto a los fuereños que llegan a la entidad para participar en esta actividad, consideró que vienen a jugarse el todo por el todo, de modo que sacan todo lo que pueden, de modo que consideró que se debe aplicar la legislación en la que se considera el tráfico de pepino de mar como equiparable al crimen organizado y aumentar la vigilancia.
“Yo le he propuesto a la Federación y al Gobierno del Estado que trabajemos en la creación de una policía marítima por convenio, ya sea con la gendarmería o directamente con la SSP, pero debemos reforzar la protección de las costas y particularmente de los recursos pesqueros” agregó.
Por último consideró que las cooperativas pesqueras estarían aportando gustosas tanto personal como recursos para hacer realidad esta propuesta.
Texto y foto: Manuel Pool