Al mostrar su respaldo a la decisión del gobierno federal de combatir el robo al combustible, el presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas A.C. (Imef), Francisco Álvarez Cuevas, comentó que las pérdidas de 2018 ascienden a 72 mil millones de pesos, lo que representa casi el doble del presupuesto que ejercerá Yucatán este 2019.
De recuperarse ese recurso se podría dinamizar la infraestructura del país en obras como el gasoducto proyectado para la entidad, destacó.
Durante las perspectivas que se espera para México, hizo una proyección de la situación financiera del país y del mundo, ya que por el momento no se tienen datos del estado.
Para este año, dijo, se espera un menor crecimiento, característico del primer año de gobierno desde hace 18 años, como parte de una desaceleración, y esto ocurre, por la curva de aprendizaje de los funcionarios que llegan.
Por otra parte, Álvarez Cuevas respaldó el combate al huachicol, al ser un golpe a la corrupción y a la impunidad. “Es algo que era muy importante hacer y qué bueno que se está haciendo”, aunque en los cómo, añadió, se pudo ejecutar mejor.
De acuerdo con los datos actualizados de Petróleos Mexicanos (Pemex), el robo a hidrocarburos creció poco más de 170% del 2013 a noviembre de 2018, sumando 65 mil barriles diarios. Tan sólo durante el año pasado se dejaron de percibir 72 mil millones de pesos, lo que representa el .3% del PIB.
Consideró que para acabar con este problema hace falta cultura, “si tenemos un gobierno que permita la corrupción, vamos a ser corruptos; si estamos en un gobierno que tiene una estrategia frontal contra este problema, es posible acabar con ello”.
De contar el gobierno con el monto antes mencionado, subrayó, tendría para pagar la deuda externa logrando que baje la tasa de interés a nivel nacional, pero si pensamos en la entidad, si el gobierno tuviera ese dinero y acaba el ducto para gas natural que se requiere, se podría reducir el costo de la energía eléctrica de doble dígito en el sureste del país.
Aunado a lo anterior, se fomentaría la llegada de industrias a Yucatán. “Es una estrategia importante y sí es posible, pero obviamente genera incomodidades”.
Texto: Jesús Gómez
Fotos: Cortesía
