En la autodenominada Capital del Panucho no se ha informado cuál fue el costo del arco, del monumento de los jaraneros y a quiénes se le adjudicaron los contratos
Por el caos vial que causó durante el largo tiempo que se requirió para su construcción, muchas críticas recibió el alcalde de Kanasín, Edwin Bojórquez Ramírez, por el arco que da la bienvenida al municipio y que anuncia que es la Capital del Panucho, el cual se inauguró el pasado viernes 17 de diciembre sin estar completamente terminado, ya que ayer martes un grupo de trabajadores se encargó de resanar algunas partes de la estructura de la que, por cierto, no se informó cuál fue el costo.
De la misma manera no se dio a conocer a quién correspondió la licitación, ni tampoco cuánto se gastó en el acto inaugural, pues en los arcos se proyectaron imágenes a manera de videomapping, en las que, a diferencia del discurso oficial en el que el alcalde habló del orgullo de ser kanasinense y su gente, en ellas esta ni siquiera aparecieron, ya que toda la proyección fue para que Bojórquez Ramírez presumiera sus logros en sus primeros cien días en el cargo.
Tampoco se informó cuánto costó la pirotecnia que durante más de cinco minutos se quemó al finalizar el acto protocolario, que hasta se grabó con drones y en el que se recordó que Kanasín fue famoso por sus panuchos y que ahora se trabajará para volver a ostentar tal título.
Lo cierto es que, en estos momentos, si usted acude a degustar sus panuchos al mercado municipal, lo encontrará en pésimas condiciones, con acumulamiento de lodo en los alrededores, con polvo en techos y ventiladores y una deficiente iluminación, por lo que por muy buenos que estén los panuchos, la imagen que se da a los visitantes no corresponde a lo que se presume, por lo que queda claro que para el alcalde no hay más prioridades que su lucimiento personal, pues se dice buscará su reelección.
En el evento se recordó que el día anterior, se inauguró frente al edificio que ocupa la policía municipal y la Fiscalía, el monumento a los jaraneros del que tampoco se ha informado cuánto costó, lo mismo que los trabajos de remodelación del parque que ahora luce coloridas letras turísticas con la palabra “Kanasín”.
Lo anterior no significó que esté mal que se realicen este tipo de obras que darán una mejor imagen al municipio y que con ello se abran oportunidades de desarrollo, lo negativo es que no se informó de manera oportuna a la población de lo que costó y a quién se le adjudicó el respectivo contrato, y más que no se atiendan antes necesidades urgentes como el arreglo y repavimentación de calles, la recoja y disposición correcta de la basura, especialmente en los fraccionamientos.
Lamentablemente, el alcalde panista al parecer está peleado con la transparencia, pues por ningún lado se observa algún letrero en el que se indique el costo que tuvo su edificación y favor de quién fue la licitación.
Texto y fotos: Manuel Pool




