La incertidumbre no es un buen aliado de la inversión ni del empleo, advierte economista de la Uady
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó ayer lunes en su red Truth Social que sostuvo una “conversación muy amistosa” con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, con la que acordó la suspensión por un mes la aplicación de los aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas.
Para esto, la mandataria se comprometió a reforzar la frontera con Estados Unidos con 10 mil miembros de la Guardia Nacional que se encargarán de evitar el tráfico de drogas, en particular de fentanilo.
“Fue una buena conversación con el presidente Trump con mucho respeto a nuestra relación y la soberanía”, escribió Sheinbaum en “X”
Al respecto, el economista de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), Felipe Alonzo Solís, consideró que la decisión de la administración de Donald Trump de retrasar la aplicación de los aranceles ha generado un respiro momentáneo, sin embargo, no elimina el ambiente de incertidumbre que afecta la economía nacional.
Por lo pronto, ya hay un impacto en los mercados financieros, pues el dólar pasó de los 20 pesos a 21.30 pesos, lo que refleja cómo las tensiones comerciales repercuten directamente en la estabilidad del tipo de cambio y la confianza de los inversionistas.
“Cuando el principal socio comercial amenaza con medidas proteccionistas, las decisiones de inversión se vuelven más lentas o se detienen, lo cual produce una baja en la economía y que la generación de empleo no sea creciente”, explicó.
El coordinador del Cuerpo Académico de Comercio y Relaciones Internacionales de la Facultad de Economía subrayó que, al tener esta presión un origen que tiene que ver más allá de lo económico, el gobierno mexicano debe aprovechar esta prórroga para mostrar estregias y resultados, tanto en el tema migratorio como en el relacionado con el tráfico de drogas.
“Hay que reconocer que es difícil que se dé una estrategia que resuelva esto en tan corto tiempo”, afirmó el especialista, quien indicó que las negociaciones en este mes deben ser estratégicamente cuidadosas, ya que definirán el rumbo futuro de las decisiones comerciales y su impacto en sectores clave.
En su rueda de prensa mañanera, que en esta ocasión inicio a las 9 de la mañana, hora y media después de lo habitual, Claudia Sheinbaum relató que tras proponer la aplicación de aranceles durante un mes, le dijo a su homólogo Trump: “estoy segura que en este mes vamos a poder dar resultados, buenos resultados a su pueblo, buenos resultados al pueblo de México”.
Estados Unidos, por su parte, se comprometió a trabajar para evitar el tráfico de armas de alto poder hacia México, informó la mandataria, quien destacó que esta será la primera vez que el gobierno estadounidense ofrece trabajar de manera conjunta en el tema.
El presidente estadounidense anunció que habrá negociaciones encabezadas por el secretario de Estado, Marco Rubio; el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el secretario de Comercio, Howard Lutnick, además de representantes de alto nivel de México
IMPACTOS ECONÓMICOS INMEDIATOS
“Si finalmente no se llega a un acuerdo y se aplican los aranceles del 25%, México enfrentará una serie de impactos económicos inmediatos”, advierte Alonzo Solís, quien de entrada comenta que las exportaciones mexicanas recibirán un duro golpe, especialmente en sectores clave como la industria automotriz, manufactura y la agroindustria, que sufrirán pérdidas significativas.
“Esto impactará principalmente en las regiones del norte y el centro del país, donde se concentra gran parte de la producción para exportación”, consideró Alonzo Solís, quien señaló que al incrementarse el precio del dólar frente al peso mexicano, los insumos que se traen del extranjero encarecen, y aumentan los costos de producción en sectores clave.
Ante este panorama, se prevé que el peso mexicano podría depreciarse hasta un 10%, lo que Alonzo Solís subrayó que no debe considerarse una situación catastrófica, por lo que no se puede hablar de una crisis económica como la ocurrida en 1994.
Entonces, continuó, aunque se anticipa una depreciación del peso, no se espera una inflación desbordada, pero a pesar de estar bajo control habrá riesgos. Parte de los productos originalmente destinados a exportación se destinarían al mercado interno, lo que estabilizaría parcialmente los precios. Sin embargo, los sectores dependientes de insumos importados sí verían incrementos en costos de producción.
Otro de los impactos económicos a corto plazo sería la reducción de la inversión extranjera directa (IED); de hecho la incertidumbre ha puesto en pausa diversos proyectos de inversiones sectores estratégicos, y expertos señalan que muchas empresas, ante la falta de certeza sobre el futuro comercial, han optado por retrasar decisiones hasta que el panorama sea más claro.
“Hay que ser precavidos, porque si nos es más caro producir para exportar, las ventas de sectores como el automotriz, textil y los agroalimentos, se va a ver reducida la venta, y es posible que las empresas opten por no contratar personal , y en su momento hacer una revisión que podría llegar a un recorte”, indicó.
La combinación de una reducción en las exportaciones y menor inversión se traduce en una desaceleración de la economía, con impactos directos en el empleo. Se estima que, de mantenerse los aranceles, una parte significativa de los más de un millón de empleos en riesgo en América del Norte podría perderse en México. Cómo ya se mencionó, las regiones industriales, como el norte del país, serían de las más afectadas.
IMPACTOS A MEDIANO PLAZO
El Dr. Alonzo Solís aseveró que si los aranceles permanecen en el tiempo, el panorama económico de América del Norte podría cambiar significativamente:
“Habría una pérdida de competitividad regional, esto derivado de que las cadenas de suministro interconectadas entre México, Estados Unidos y Canadá serían afectadas, encareciendo los productos finales. Esto podría beneficiar a otras regiones del mundo, como Asia, que aprovecharían la menor competitividad de América del Norte para captar nuevas oportunidades de mercado.
“México podría enfrentar una fuga de capitales y relocalización de inversiones hacia países con menores costos comerciales. Esto impactaría la creación de empleo y la dinámica económica en sectores industriales”.
Finalmente, el entrevistado dejó en claro que, para amortiguar el impacto de los aranceles, México necesitaría intensificar sus esfuerzos de diversificación de exportaciones hacia otros mercados. Este proceso podría ser lento, pero sería clave para reducir la dependencia del mercado estadounidense. En la actualidad más del 80% de las exportaciones mexicanas van dirigidas al vecino país del Norte.
Para Estados Unidos, la economía mexicana también es clave debido a la profunda interconexión en las cadenas de suministro
En conclusión, aunque la suspensión temporal de los aranceles ofrece un respiro, la incertidumbre es todavía un factor limitante para el crecimiento económico. Las negociaciones y resultados en este mes deben ser estratégicamente cuidadosos, ya que definirán el rumbo futuro de las decisiones comerciales y su impacto en sectores clave.