El presidente, Andrés Manuel López Obrador, llega a su Cuarto Informe de Gobierno con un PIB menor que el que había antes de su mandato y con disputas comerciales por el malestar que ha causado su política energética en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
El Producto Interior Bruto (PIB) avanzó un 0.9% trimestral de abril a junio pasado y un 2% interanual, con lo que acumula un crecimiento de 1.9% en lo que va de 2022, pero con este nivel aún está en cifras similares al cierre de 2017, un año antes de que López Obrador asumiera la presidencia.
México ya se había contraído un 0.1% en 2019, el primer año completo del Gobierno de López Obrador, y es uno de los pocos países de Latinoamérica que aún no recupera su PIB previo a la pandemia, que dejó una contracción histórica de 8.2% en 2020 y un repunte insuficiente de 4.8% en 2021.
“Estamos hablando de cuatro años donde la economía mexicana es más pequeña todavía que cuando el presidente López Obrador recibe el gobierno”, comentó Héctor Villarreal, vicepresidente para América Latina en el Centro de Estudios de la Economía de la Longevidad (Eidl).
El crecimiento de 2021 y 2022 es todavía parte de la recuperación de la economía mexicana tras las medidas restrictivas de la pandemia, mientras resiente la guerra entre Ucrania y Rusia, que ha presionado la inflación y la disrupción de las cadenas de valor, principalmente en el sector agroalimentario.
El Fondo Monetario Internacional elevó en julio su pronóstico de crecimiento de la economía mexicana de 2 a 2.4% para 2022, y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (Shcp) señaló que la economía tiene un piso de crecimiento de 2%.
Villarreal señaló que el crecimiento macro no ha permeado a todos los estados, por lo que “muchas zonas del país están todavía económicamente muy deprimidas”.
La inversión fija bruta presenta una “abrupta caída” ante la desconfianza del inversionista.
Texto y foto: EFE