Pide apoyo para su tratamiento contra el cáncer: Al principio pensaron que era Epilepsia

Desde hace unos años la vida de Silvia Bentata Romero ha sido consultas y esperar pacientemente que los resultados de sus análisis sean favorables, pero primero le detectaron una extraña epilepsia, que la hizo parar al Hospital Psiquiátrico y que luego de estudios más profundos resultó que tiene un tumor en la silla turca.

Debido a que no es derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social, su tratamiento se lo realizan en el Hospital de Alta Especialidad, donde los estudios y análisis son gratuitos, pero tiene que pagar los tratamientos y por eso pide el apoyo de los yucatecos.

Recordó que luego que se le presentó la epilepsia, que se le apareció de la nada, fue internada en el Hospital Psiquiátrico, “me ingresaron por presentar la enfermedad en el lóbulo temporal izquierdo (error del doctor de no llegar más al fondo), por lo que me realizaron un electroencefalograma y fue cuando detectaron el tumor”.

Los tumores cerebrales ocupan el lugar 19 entre todas las neoplasias, y el décimo entre las más letales. A nivel mundial, cada año se diagnostican cerca de 300 mil nuevos casos, que corresponden al 2.5 por ciento de la mortalidad por cáncer, de acuerdo con el sitio estadístico globocan.

En México están poco estudiadas la incidencia y prevalencia de estas neoplasias. Se estima que la incidencia es de 3.5 por cada 100 mil habitantes y representa la segunda y quinta causa de mortalidad por cáncer en grupos de 0 a 18 años y de 18 a 29 años, respectivamente, según el Inegi.

Los cánceres cerebrales se dividen en malignos y no malignos. Los dos invaden tejido sano, pero los segundos pueden disecarse o retirarse mediante cirugía. En tanto, los malignos son altamente invasivos y crecen muy rápido.

Las afectaciones se relacionan con el lugar en que se desarrolla el tumor: en la corteza frontal, la temporal o la parietal. Los más frecuentes son los de la frontal.

El tratamiento consiste en radioterapia y el suministro de un fármaco llamado Temozolamida, que inhibe la síntesis del ADN, por lo que ya no se pueden generar células nuevas.

Este fármaco genera un metabolito activo capaz de atravesar la barrera hematoencefálica, formada por células llamadas astrocitos, que controlan el paso de sustancias tóxicas entre la circulación sanguínea y el fluido cerebral.

Bentata Romero explicó que hace 5 años comenzó con epilepsia, pero fue hasta diciembre del 2021 me realizaron una resonancia magnética y luego otra con contraste y salí con un tumor de 8×9 en la silla turca en el área hormonal.

Explicó que por ahora no hay quimioterapia sólo en tabletas y ando llevando radioterapias para evitar que el tumor crezca ya que si operan donde está el tumor entrarían por la nariz y hay un 80% de quedar ciega sólo están intentando que no crezca y mantenerlo del tamaño que está, es penoso decir que mi mamá y yo no tenemos para costear todos los tratamientos.

“Voy por mi quinta radioterapia y no me la han podido hacer por falta de dinero. Es algo que no se lo deseo a nadie y en verdad tengo muchas ganas de seguir viviendo y no dejar sola a mi madre”, dijo.

El número de cuenta de su mamá es 4152313862965485 de Bancomer a nombre de Silvia María Bentata Alonzo.

 

TEXTO: DARWIN AIL FOTO: CORTESÍA