En el marco de la misa de acción de gracias por el aniversario 482 de fundación de Mérida, el arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, recalcó la importancia de mantener la seguridad, la paz y la tranquilidad en una ciudad que cada día crece más
El arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, recalcó la importancia de mantener el más importante tesoro que tiene la ciudad de Mérida: la seguridad, la paz y la tranquilidad. En el marco de la misa de acción de gracias por el aniversario 482 de fundación de la ciudad, este sábado 6 de enero, el prelado también hizo un llamado para mantener la unidad en este año electoral, y que las familias y las amistades no se rompan por esta razón.
“Hoy estamos dando gracias a Dios por los 482 años de vida de la ciudad de Mérida, una enorme ciudad de más de un millón 300 mil habitantes y siempre creciendo más y más; es motivo de alegría que la ciudad de Mérida sea un imán para tanta gente de México y para gente de distintos lugares del mundo”, dijo el prelado, quien ante el alcalde Alejandro Ruz Castro, recalcó la importancia de mantener la seguridad que, dijo, es el tesoro que muchos vienen buscando.
“No vamos a esperar a que los tiempos se descompongan, en primer lugar esto corresponde a las autoridades civiles, pero todos tenemos que participar, y la iglesia ya está poniendo su granito de arena, trabajando en algunos puntos de la ciudad para fortalecer el tejido social”, subrayó.
Más adelante, pidió por todos los que han pasado por estas tierras a lo largo de su existencia y por la población actual, con tanta gente “que sin haber nacido aquí, ha querido sumarse a nuestra existencia como ciudad Metropolitana de México”.
En su homilía, el arzobispo recordó que con la Epifanía, la fiesta de los Reyes Magos y con la fiesta del bautismo del señor que se celebra el lunes, se cierra el santo tiempo de la Navidad, y en este sentido lamentó que tantos bautizados estén dedicados al crimen organizado y que vivan en forma corrupta, cometiendo injusticias o cualquier clase de pecado.
Más adelante, Monseñor Rodríguez Vega habló del reto que por ser año electoral representa el 2024, por lo que la petición fue que el pueblo se mantenga en paz.
“La patria ha estado sumamente dividida por temas políticos, es urgente trabajar por la unidad y que los procesos electorales no destruyan familias, no destruyan amistades, no destruyan grupos sino que sepamos conservar algo que es superior a los procesos electorales y esto es la buena relación entre nosotros”, apuntó.
En este sentido, dijo que si bien son necesarios los procesos (electorales), hay que vivirlos con la mayor tranquilidad y respeto de unos a otros para elegir delante de Dios.
“Que el Señor pues nos conserve en paz y nos dé todavía más prosperidad para ofrecer a cuantos quieran venir a formar parte de nuestra gran ciudad de Mérida, sea alabado Jesucristo”, puntualizó.
A la misa de acción de gracias, en la que se contó con la participación del coro de la ciudad y su orquesta de cámara, el alcalde Ruz Castro estuvo acompañado de su esposa, la maestra Verónica Cetina Arjona, además de directores y regidores del Ayuntamiento de Mérida.
Acudieron también la directora de asuntos religiosos del gobierno del estado, Norma Beatriz Barnet Cantón, y el subsecretario de desarrollo social y asuntos religiosos del Estado, Ricardo Alcocer Zapata.
SESIÓN SOLEMNE DE CABILDO
Por la tarde – noche en la Sesión solemne de Cabildo conmemorativa al 482 aniversario de la fundación de la ciudad, los temas de crecimiento demográfico y seguridad, de nueva cuenta, estuvieron presentes en los discursos tanto del alcalde Alejandro Ruz Castro como del orador, el lingüista Fidencio Briceño Chel.
“Quiero externar mi beneplácito por tener una ciudad segura, lo dice todo el mundo, pero la verdad, cuando has estado fuera de Mérida y sabes del temor de salir a la calle, de tomar el camión al salir por la noche de tu trabajo o de la escuela, del teatro, del cine, de donde sea, eso de verdad no tiene precio”, dijo el maestro Briceño Chel, quien destacó la cultura de paz que se tiene en Mérida.
“Esto es por recibir a la gente de una manera diferente, de tratar a los de fuera, de hacer bien las cosas, de presumir lo que somos pero también de estar abiertos a la diversidad, siempre y cuando se respete lo nuestro, a eso se llama convivencia, eso es calidad de vida y se agradece”, subrayó.
Y ante la llegada de nuevos habitantes de Mérida procedentes de diferentes partes del mundo, Briceño Chel pidió a los yucatecos originarios de esta tierra, no avergonzarse de sus raíces y de cuestiones como lo aporreado al hablar, pues es parte de la identidad.
“La lengua maya forma parte de nuestra historia, de nuestros orígenes, por qué avergonzarnos de ser mayas, por qué avergonzar a quienes no hablan correctamente el español, por qué copiar palabras y acentos que nos son ajenos solo por querer parecer a otros si lo que nos ha hecho ser a nosotros es nuestra manera muy local de ser, de pensar y de hablar”, enfatizó.
En este sentido, aprovechó la oportunidad para pedir a las autoridades que den más y mejores espacios a la lengua maya, que todavía hoy se puede presumir como la variante lingüística más hablada de todo México.
“Me parece que la tarea actual es que junto con el patrimonio cultural material esté presente el patrimonio cultural inmaterial, tenemos la enorme ventaja de que la muestra la tenemos viva”, recalcó el lingüista, quien subrayó que en Mérida esa cultura está muy presente en las comisarías.
“Démosle paso a la modernidad conservando lo nuestro como lo hemos estado haciendo, trabajando más de cerca con las comisarías, allí hay espacios de oportunidad que no solamente se deben de hacer a través de la creación de pueblos mágicos, la magia está en la gente, la magia está en nuestro pueblo, la magia está en nosotros”, concluyó recibiendo una sonora ovación de los asistentes que se dieron cita en el auditorio Silvio Zavala del Centro Cultural Olimpo.
Por último, el alcalde Ruz Castro dijo que a lo largo de sus 482 años de historia, Mérida ha entendido que no habrá felicidad colectiva ni paz si se excluye del desarrollo a unos lastimándolos en beneficio de otros.
“Vivir en Mérida nos llena de un orgullo que trasciende ideologías, colores o divisiones de cualquier tipo, y nos hace permanecer juntos aquí presentes para honrarla y engrandecerla, mediante el respeto, el diálogo y el derecho a disentir”, dijo el munícipe, quien recalcó que nuestra ciudad le da mucho al que ha nacido aquí y que le abre los brazos a quien ha llegado a vivir a esta ciudad con convicción y buena voluntad.
“Tenemos que hacer en nuestra ciudad más por las comunidades, por los habitantes de lenguas indígenas, tenemos que hacer más por las mujeres niñas y niños, más por personas con capacidades diferentes, tenemos que hacer más por los grupos vulnerables y los necesitados; garantizar que esta sociedad siga viva es garantizar que todos tengamos las mismas oportunidades y ayudar a quienes tienen rezago para que no sigan viviendo así, que tengan piso parejo”, apuntó.
Texto y fotos: Manuel Pool