Estamos a media temporada de anidación y coincide con las vacaciones de verano, destaca experto
La temporada vacacional de verano coincide con el “pico” de la de anidación de tortugas marinas, por lo que especialistas en la materia piden a la ciudadanía que se encuentra en las playas extremar cuidados para evitar causar un perjuicio a esta especie, que está declarada como protegida y, por lo tanto, en veda permanente desde 1990.
La bióloga Melania López Castro, coordinadora del Programa para la Conservación de Tortugas Marinas de Pronatura Península de Yucatán, recordó que antes de esa fecha las tortugas marinas eran consideradas como un recurso pesquero, lo que casi ocasionó su desaparición en la década de los años cincuenta, al ser utilizadas su carne, huevos y piel, lo que mermó drásticamente sus poblaciones.
“Yucatán es un estado privilegiado al ser el lugar al que a sus playas arriban cada año entre marzo y octubre para poner sus huevos diversas especies, destacándose la tortuga verde y la tortuga de carey, que lo hacen de manera regular, mientras que también, de manera esporádica, llegan otras como la tortuga lora y la caguama”, explicó la entrevistada, quien recalcó que esto debe generar conciencia para protegerlas.
En el caso de Pronatura Península de Yucatán se cuenta con tres campamentos tortugueros: uno ubicado en Celestún, otro en El Cuyo y uno más en Holbox, y en conjunto cada año se contabilizan más de 8,000 huevos cuyas crías eclosionan y regresan al mar.
“En este año, aunque a la fecha no se han alcanzado los números de temporadas anteriores, la tendencia en cuanto al número de anidadas se está incrementando paulatinamente”, manifestó la entrevistada, quien informó que, de cada mil de estos huevos que eclosionan, solo una tortuguita se calcula que logra llegar a edad adulta. Una vez que lo hace logra tener una expectativa de vida centenaria.
Es por esta razón que se pide a los vacacionistas en estos momentos en los que se da el “pico” de la temporada de anidación de la tortuga marina que eviten transitar con vehículos y hasta caminar sobre las dunas de arena, ya que podrían aplastar o dañar estos nidos.
En caso de observar uno de estos nidos, lo cual es muy probable en esta temporada, el llamado es para no tocar y dar aviso a las autoridades. En el puerto de Progreso hay una unidad especializada para este tema o en su caso avisar a la Secretaría de Desarrollo Sustentable del Gobierno del Estado.
En este sentido, es importante señalar que el tránsito de embarcaciones también constituye un importante riesgo para las tortugas que se acercan a las playas para anidar y que pueden ser golpeadas con las propelas de las embarcaciones, lo que resulta en algunos casos ser tan grave el daño que el caparazón se fractura completamente y se ocasiona la muerte lenta al animal.
De hecho, este es un problema muy común en el estado de Quintana Roo, donde hay un mayor movimiento de embarcaciones, mientras que en Yucatán, al momento, no ha ocurrido alguna situación como la antes descrita, pero hay que tomar las medidas necesarias para evitarlo, subrayó la bióloga López Castro.
Otro tema que también es muy importante es el relativo a la iluminación de las casas que se encuentran en las costas yucatecas. En este sentido, el coordinador técnico de Pronatura Península de Yucatán, el biólogo Efraín Acosta Lugo, comentó que tener lámparas orientadas hacia la playa provoca en los quelonios su desubicación, y en lugar de dirigirse hacia el mar, al confundirlas con el reflejo de la luna, regresan hacia las viviendas.
Un ejemplo de esta situación que se puede tornar en un grave peligro es el que se dio hace unos meses cuando una tortuga cayó a una piscina que afortunadamente tenía agua, lo que ayuda a proteger la de los rayos del sol; sin embargo, existe el riesgo de que se estrese y que pueda morir, independientemente de que no tiene los elementos suficientes para su alimentación.
“Imagínese lo que puede ocurrir cuando no es temporada vacacional y las casas se encuentran deshabitadas y, por lo tanto, las piscinas vacías”, alertó el entrevistado.
Cabe destacar que a lo largo de las costas yucatecas, que suman 387 kilómetros de longitud, se calcula que en al menos 100 se cuenta con construcciones de viviendas que en estos tiempos de vacaciones están habitadas.
Para evitar mayores daños a los ecosistemas hay que tener en cuenta que no se debe de limpiar los frentes de los predios veraniegos, ya que es a la zona de dunas donde normalmente las tortugas acuden a desovar, pero además las raíces de la vegetación evitan que la arena se deslave y que se pierda, lo que a la larga ocasiona importantes daños a la cimentación de las construcciones.
Y hablando de las construcciones que se levantan en zona de playa, Acosta Lugo destacó la importancia de que no tengan más de cinco niveles y esto no es tanto por el tema de la altura, sino por la alta concentración de gente que, a la larga, ocasiona problemas derivados con el abasto de agua, genera más basura, más tránsito de vehículos en las calles aledañas, lo que trastoca el correcto funcionamiento de la naturaleza.
Precisamente en el tema de la basura hay que destacar que esta es una de las razones por las que más tortuguitas mueren en su camino hacia el mar, ya que muchas se atoran en botellas y en los anillos de plástico que sirven como sujetadores de las latas de cerveza.
Texto y fotos: Manuel Pool/ Cortesía