El empresario turístico Jorge Escalante insiste en que la presencia de los artesanos y comerciantes al interior del sitio prehispánico ocasiona molestias a los turistas
Piden que se retome el proyecto de construcción de un parador y estacionamiento para la zona arqueológica de Chichén Itzá, de modo que se pueda reubicar a los artesanos que laboran al interior del sitio.
El empresario del ramo turístico, Jorge Escalante Bolio, recordó que, en el 2018, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en conjunto con autoridades estatales, presentaron un proyecto que buscaba dotar de un espacio adecuado a los oferentes, aunque se desconoce por qué este finalmente no se aplicó.
“Se nos mostró un proyecto ya terminado de lo que era el nuevo parador turístico de Chichén Itzá, con su nuevo estacionamiento con amplia capacidad y más. Incluso, el INAH trajo maquinaria especial para ver si en los terrenos en los que se iba a construir esta obra no había basamentos, pero yo ya no supe qué pasó con esta obra ni por qué ya no se hizo”, explicó.
La estrategia de aquella ocasión pretendía mejorar las áreas de la zona arqueológica, sobre todo, porque cada vez hay una mayor cantidad de visitantes que llegan a Chichén Itzá, los cuales difícilmente encuentran un estacionamiento adecuado.
Aunado a esto, el entrevistado insistió en que la presencia de los artesanos y comerciantes al interior del sitio causa molestia a los turistas.
Reconoció que los oferentes sí complementan la visita de los paseantes, aunque insiste en que estos deben tener un sitio adecuado para su labor.
“Lo que está mal, es que estén metidos en la zona arqueológica, que deberíamos considerar un museo, además con sus ‘trompetitas’ y sus ‘aullidos’. Los vendedores sí deben de estar, lo malo, es que están en el área equivocada”, apuntó.
Las autoridades del INAH han mencionado que la reubicación de los artesanos requiere de una estrategia complementaria que permita que el medio de subsistencia de los oferentes no se afecte.
Texto y fotos: Acom/ Cortesía