Corea del Norte criticó ayer Seúl por los “agresivos ejercicios de guerra” que lleva a cabo junto a Estados Unidos, y afirmó que mientras estos tengan lugar será “difícil” que haya diálogo alguno entre ambos países vecinos.
El régimen volvió a cargar así contra las maniobras militares conjuntas que los dos países aliados realizan este mes, en un comunicado del Ministerio de Exteriores recogido por la agencia estatal norcoreana de noticias KCNA.
Pionyang acusa a Seúl de ponerle en “posición de enemigo”, y de hacer que todo contacto intercoreano “sea difícil a menos que pongan fin a tales ejercicios militares o encuentren una excusa plausible o una explicación sincera por los mismos”, señala la nota, firmada por el director general del ministerio norcoreano Kwon Jong-gun. La declaración tiene lugar al día después de que el régimen realizara dos nuevos lanzamientos de misiles balísticos de corto alcance desde su costa oriental, el quinto test de este tipo en quince días.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, supervisó este último ensayo armamentístico “de un nuevo tipo de arma” y expresó su “gran satisfacción” por el mismo, según informó la KCNA en otra nota.
El comunicado del ministerio norcoreano justifica estos lanzamientos e incluso se hace eco de unas declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, quien “reconoció de forma efectiva el derecho a la autodefensa de un estado soberano, al decir que son tests con misiles pequeños similares a los que hacen muchos países”.
Trump, tras restar importancia a los anteriores ensayos de misiles norcoreanos, aseguró el sábado que Kim Jong-un le ha ofrecido una “pequeña disculpa” por estas pruebas armamentísticas en una carta que le envió esta semana.
“Fue una pequeña disculpa por probar los misiles de corto alcance y (dijo) que estas pruebas se detendrían cuando terminaran los ejercicios”, dijo Trump en Twitter, en alusión a las periódicas maniobras militares conjuntas de Corea del Sur y Estados Unidos.
Los dos aliados iniciaron ayer domingo una nueva fase de sus ejercicios castrenses anuales, que se prolongarán durante diez días y consistirán en practicar la transferencia de control operacional de combate desde Washington a Seúl y en reforzar su preparación bélica, según informó el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano.
La escala de estos ejercicios se ha reducido de forma significativa respecto a años anteriores con objeto de contribuir a la distensión en la península y al diálogo, y pese a ello Pionyang los viene criticando con insistencia al considerar que “vulneran” lo acordado en las cumbres con los líderes del Sur y de EU.