La Asociación Yucateca de Lucha Contra el Autismo (Ayuda) explica que el ruido puede hacer que estas personas reaccionen de manera violenta o se guarden
En las fiestas de Año Nuevo en México es común que la gente utilice pirotecnia para celebrar el final y el principio de una época, sin embargo, este es un problema para las familias que tienen a una persona de cualquier edad con Trastorno del Espectro Autista (TEA), pues las explosiones generan estrés en ellas, según señaló la directora de la Asociación Yucateca de Lucha Contra el Autismo (Ayuda), Sandra Erosa Espinosa.
Explicó que lo anterior podría provocar que las personas que padecen dicho trastorno se lesionen a sí mismos o a otros, ya que ellos son muy sensibles al ruido, debido a la manera en que funciona su cerebro, pues los sonidos fuertes e inesperados como los de la pirotecnia le son muy difíciles de registrar, lo que les genera temor, pudiendo reaccionar de dos formas: con violencia u ocultándose.
Resaltó qué en estas fiestas decembrinas es importante generar conciencia entre los ciudadanos sobre el uso de la pirotecnia, en especial porque además de las afectaciones a terceros también influyen en el medio ambiente y en los animales domésticos, principalmente perros.
En algunos municipios como Progreso, las autoridades han prohibido el uso de la pirotecnia justamente por las razones antes mencionadas, también para evitar accidentes que suelen suceder mientras los niños juegan con “bombitas” u otros productos de pólvora, y no necesariamente terminan quemados.
Ejemplo de esto es un video que se hizo viral en redes sociales de cuando una motocicleta terminó estrellándose debido al descuido de unos niños por encender lo que podría ser un petardo en la carretera, justo frente al camino de la moto, por lo que al tratar de esquivarlo, ésta atropelló al niño y luego impactó con una camioneta, provocando un accidente grave.
Es importante mencionar que las personas en esta condición, desarrollan el TEA por diferentes causas, debido a la complejidad del trastorno por lo que los síntomas y la gravedad varía dependiendo de la persona, según mencionó un artículo de información médica publicado por la Clínica Mayo.
Aún así, los especialistas han descubierto qué son dos factores los que influyen en el desarrollo del TEA: uno es la genética y el otro los factores ambientales, el primero puede estar relacionado con el síndrome del cromosoma X frágil o cambios genéticos conocidos como mutaciones, mientras que el segundo incluye infecciones virales, medicamentos y complicaciones en el embarazo, aunque esto todavía se está investigando.
Texto y fotos: Diego Cervantes
