Pirotecnia puede provocar pánico y muerte en perros

Hacen un llamado a evitar el estallido de petardos en esta época, ya que afecta e manera importante a los canes

Durante las festividades decembrinas, el quemar petardos se convierte en una práctica cotidiana en las colonias de la ciudad, la cual, además de estar prohibida por motivos de seguridad, afecta de manera importante a los perros, afirmó la vocera de la organización ambientalista Desarrollo y Medio Ambiente, Jacqueline May Díaz.

Explicó que los petardos tienen impactos en los caninos como son ansiedad, miedo descontrolado, taquicardia y en algunos casos hasta la muerte. 

“Navidades atrás nos hemos topado con historias de perros que han muerto por un infarto u otros más que son atropellados o defenestrados al intentar huir del pánico que les producen los petardos”, mencionó.

La ambientalista manifestó que esta fobia por los juegos artificiales o por las tormentas, ha quedado demostrada en los caninos a través de diversos estudios, por lo que lo que para algunas personas puede ser un juego, para ellos llega a representar hasta la muerte.

Señaló que los perros no tienen “la capacidad de racionalizar su ansiedad, y puede que sufran de una forma más cruda e intensa de terror”, por lo que los caninos que se encuentran en los domicilios en donde se acostumbra a quemar petardos cerca de ellos, deben entender que esta práctica puede dañar su oído de forma irreversible.

Petardos

May Díaz explicó que se desconocen las razones por las que solo algunas razas sufren de este pánico por los petardos, sin embargo, algunos estudios demuestran que aproximadamente la mitad de los perros urbanos sufren alguno de los síntomas relacionados con las explosiones de petardos.

Subrayó que los petardos y los fuegos artificiales son los principales causantes del terror, por delante de otros ruidos fuertes, como lo podrían ser los truenos de las tormentas y el ruido del tráfico vehicular. 

Comentó que aun cuando es una costumbre, el uso de petardos en la vía pública está prohibido en las ordenanzas municipales, pero la moda navideña de tirar petardos sigue ajena a la molestia humana y el sufrimiento animal.

Texto y fotos: Agencias