Progreso cuenta con una de las playas más concurridas del estado, sobretodo en temporada vacacional, sin embargo, el desorden y el número acelerado de construcciones ilegales han hecho dudar a más de un visitante.
La “magia” de Progreso es su naturaleza, sin embargo, está perdiendo su encanto ya que sus paisajes están siendo amenazados por la cantidad de basura que se arroja en estos y la tala de mangles.
Las playas han sido invadidas con el pasar de los años y ahora hay menos espacio, es decir, hay más playa ocupada.
En Semana Santa o en temporada de verano, acuden los miles de personas que producen desechos. Aunque se cuenta con el servicio de recolección de basura y diariamente se barre la playa, es común ver basura excesiva en los botes públicos o en lotes privados que están detrás de las casas, para evitarse pagar por el servicio.
Además, mucha gente invade terrenos en donde hay mangle, la cuna de muchas especies de fauna y flora, tanto como marina como costera, cortándolo o quemándolo para obtener espacios y poder hacer sus construcciones.
Texto y foto: José Luis Chavarría