La pandemia del covid-19 propicia una notoria reducción de participantes para cantar el villancico
OXKUTZCAB.- La pandemia del covid-19 reduce notoriamente la participación de los niños, en “la rama”, quienes cantan casa por casa y que al final reciben una propina o dulces.
Las festividades decembrinas que en la mayoría de los municipios inicia el primero de diciembre con el encendido del árbol y festividades navideñas, en varios municipios como el de Oxkutzcab se está presentando un temporada muy diferente a las anteriores antes de la llegada de la pandemia, una de esas situaciones es el de la Tradicional Rama, así se les conoce a un grupo de niños que mayormente se reúnen y se ponen de acuerdo para salir a cantar canciones tradicionales en las puertas de las casas y los negocios y a cambio reciben una propina que se les deposita en una cajita en el que tienen una pequeña veladora.
La tradicional rama utiliza la limonaria o en muchas ocasiones se utiliza la rama de cualquier arbusto. Esta rama es decorada con globos y con la imagen del niño Jesús o de la virgen María y en una cajita es en donde llevan la imagen y una pequeña veladora.
Los niños acostumbraban salir desde el primero hasta el 15 de diciembre y al finalizar los niños cuentan lo reunido para comprar algún juguete.
Esta tradición de la rama también se da en varios estados de la república, en este año no se ha visto a niños saliendo a cantar el tradicional “Me paro en la puerta me quite el sombrero, porque en esta casa vive un caballero…”
Al finalizar de cantar los niños decían: “Ya se va la rama muy agradecida porque en esta casa fue bien recibida”, esto porque en la casa en donde se paraban a cantar les daban una pequeña propina o dulces, pero en la casa en la que los niños no recibían nada ellos finalizaban cantando diciendo:” Ya se va la rama muy decepcionada porque en esta casa no le dieron nada”. Una de las posibles causas en la que se está perdiendo esta tradición de décadas es la pandemia o también la aculturación originada por el uso de la tecnología y las redes sociales.
Otra de las versiones sobre la reducción de los niños es porque se puedan contagiar y es un sector que no está inmunizado. En Mérida y otros municipios en la última semana del mes se acostumbra a bailar el Viejo, donde uno se viste de abuelo y baila de manera lenta una canción, que lo acompaña una chica o, por lo regular, un varón vestida de mujer, que en ocasiones se puede sumar la gente y no falta en una casa que el dueño está pasado de copas y arma el bailongo.
