Noemí Rivera Espinosa trabajaba en un banco, hasta que decide emprender para pasar más tiempo con sus hijos
Debido a sus hijos que ya le dificultaban su trabajo en un banco, Noemí Rivera Espinosa decidió en emprender un negocio en el cual también capitalizó su alergia, ya que ella no puede usar perfume: utiliza aromas y terminó poniendo velas, que se convirtieron en su negocio “Velart, arte hecho en vela”.
En entrevista para Peninsular Punto Medio, la licenciada en Ciencias de la Familia por la Universidad Anáhuac Mayab indicó que se podría decir que ella tiene un olfato rastreador, “casi como el de un perro”, pero que la hacen alérgica al perfume y por eso recurre a los aromas en su casa, que son más suaves.
“Utilizo perfume sólo en algunas ocasiones porque me da dolor de cabeza, de hecho, mi esposo (Pablo López Abarca) me dice que le salgo barata en perfumes porque estos me tardan años. Uso dos tipos que me gustan, pero sólo los utilizo en eventos especiales”, explicó.
Señaló que su suegra, Margarita Abarca Sánchez, es quien le ha sugerido remedios caseros para sus migrañas, y tanto su esposo como su suegra son aliados para el negocio.
También influyó dejar el banco porque se redujeron algunas prestaciones que se tenían, Noemí llevaba nueve años y con dos hijos, decidió renunciar y ver otra opción; pensó en la comida, aunque no le latía mucho, hasta que al nacer su hija pensó en velas.
Recordó que tomó cursos presenciales, siguió muchas páginas para ver cómo se elaboran las velas y fue así que las realizó de soya y su parafina no tiene petróleo.
“Fue un trabajo de ensayo y error hasta buscar la fórmula correcta por la temperatura, en diciembre pasado tuve una producción de 40 velas para la familia”, destacó.
Hay quienes le preguntan si no se derrite la vela antes de llegar a su casa, ya que en masajes suelen utilizar soya, pero que son de diferentes texturas, la que se utiliza para las velas es más resistente y otra ventaja que tiene es que al encenderse no genera hollín.
Dijo que también que en esa búsqueda llegó a la aromaterapia, por lo que combinó aromas y realizó decoraciones.
“Soy fan de la cultura japonesa y como soy muy dedicada siento que los resultados se comenzaron a dar”, refirió.
La aromaterapia es el uso de los aceites esenciales de las plantas para mejorar el equilibrio de la mente, el cuerpo y el espíritu. La usan los pacientes de cáncer para mejorar la calidad de vida y reducir la tensión, la ansiedad, el dolor, las náuseas y los vómitos que causa el cáncer y su tratamiento.
Rivera Espinosa mencionó que la cera de soya tiene un exquisito olor combinado con otros aromas, da limpieza y cosas positivas al lugar que puede ser la casa o el comercio.
Recordó que comenzó con algunos aromas y con el paso del tiempo se fueron incrementando, pues actualmente tiene más de 20, entre los que figura nardo, vainilla, chicle, eucalipto, fresa, citronela y bergamota, entre otros.
Mientras que de los productos que elabora figuran la piedad, representa el momento en que la Virgen María recibe el cuerpo de Jesús y lo sostiene en sus brazos, justo antes de la llamada lamentación sobre Cristo muerto, que ella elabora en una figura de 15 centímetros; velas, veladoras, flor de loto, unas manos en cera, sólo por mencionar algunos.
Algunos aromas, continuó, han sido peticiones de sus clientes ya que un comerciante le pidió el de bergamota, que es como un cítrico como a lima y a ella le recuerda mucho la comida de la sopa de lima, que es considerado un manjar yucateco.
“Este aroma no lo conocía, el comerciante me dijo que le gusta porque atrae clientes, le ayuda al sistema nervioso, y se lo pedí al proveedor y sí lo tenía”, agregó.
A través del internet dio con el Centro Municipal de Emprendedores del Ayuntamiento de Mérida, ya que como buscaba información de emprendimientos, le salió y fue así que clasificó al programa de #SéParteDeLos100.
“Me han ayudado mucho en la facturación porque estaba en el limbo. Te apoyan mucho para que refuerces tus debilidades e impulsan tus fortalezas”, explicó.
Los precios de los productos van de los 50 a 650 pesos. Actualmente vende 200 velas al mes y cuenta con 11 puntos de venta.
Para más información pueden hablar a los celulares 9996 49 45 74 y 9999 58 75 96, y en sus redes sociales, donde su cuenta de Facebook es “Velart, arte hecho vela”.
Texto y fotos: Darwin Ail