Al menos 22 mil 846 personas murieron por calor extremo en Europa Occidental este año, de acuerdo con un reporte de la organización World Weather Attribution.
Según los expertos de la agrupación de análisis, el continente enfrentó una situación que no se hubiera presentado en la región de no ser por el cambio climático.
Las elevadas temperaturas pueden producir la muerte al inducir un golpe de calor, que daña el cerebro, los riñones y otros órganos, pero también puede desencadenar otras afecciones,como un ataque al corazón o problemas respiratorios.
Ante este contexto, la Organización Meteorológica Mundial dijo que Europa había resentido más del doble de calor que el resto del mundo en las últimas tres décadas, con récords de calor así como una serie de incendios forestales.
El Servicio deCambio Climático de Copérnico dijo que el verano de 2022 fue el más caluroso jamás registrado.
Por su parte, Francia reportó la mitad del exceso de muertes del verano en Europa occidental, con 10 mil 420 fallecimientos en total.
La cifra de decesos llegó a con tres mil 271 en Inglaterra y Gales durante el verano pasado.
Expertos alertaron por este panorama en las naciones desarrolladas.
“Las olas de calor son una de las peores amenazas provocadas por el cambio climático”, aseguró el doctor Friederike Otto, experta en cambio climático en el Instituto Graham para el Cambio Climático y el Ambiente.
El especialista lamentó la falta de datos confiables.
“Las altas temperaturas son responsables de miles de muertes en todo el mundo cada año, muchas de las cuales no se registran”, agregó Otto.
Tan es así que, de acuerdo con una estimación de la Agencia Europa de Medio Ambiente (AEMA), más de 90 mil europeos podrían morir al año debido a las fuertes olas de calor que se registrarán en el 2100.
Este pronóstico está basado en un incremento de la temperatura del planeta de tres grados centígrados.
Este panorama genera, además, complicaciones sanitarias.
El aumento de las temperaturas favorece la proliferación de bacterias en el agua, especialmente en el Mar Báltico, como las bacterias Vibrio, responsables del cólera.
“Hay que poner en marcha una amplia gama de soluciones, como planes de acción eficaces contra el calor, ciudades más ecológicas, diseño y construcción de edificios adecuados y adaptación de los horarios y condiciones de trabajo”, reportó la AEMA en un informe.