El director general del Centro Nacional de Prevención de Desastres, Enrique Guevara Ortiz, exhorta a la población a prevenir riesgos, minimizar desastres, y tomar las medidas de prevención como asegurar o reparar techos e instalaciones que pudieran desprenderse ante los fuertes vientos y lluvias, así como almacenar alimentos no perecederos, agua potable y otros implementos
Durante su participación este viernes en el Tercer congreso Estatal de Preparación ante el Riesgo de Huracanes, el director general del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), Enrique Guevara Ortiz, aseguró que de los desastres ocurridos en México en los últimos 23 años, en más del 93 por ciento de los casos están relacionados con fenómenos hidrometeorológicos.
En el marco de la conferencia denominada “El Impacto de los ciclones tropicales y el sistema de alerta temprana”, detalló que exceptuando a los sismos de 2019, que causaron daños y pérdidas estimadas en 80 mil millones de pesos, que equivalen al recurso necesario para que el Cenapred funcione por 1,000 años, el 60% de los daños y pérdidas están asociados a ciclones tropicales, el 33 por ciento a inundaciones y lluvias, y el 7% a otros fenómenos.
En el caso de “Otis”, se calcula que el impacto económico fue de 69,124 millones de pesos, lo que incluye la afectación al 80 por ciento de la infraestructura hotelera y daños a 27 mil viviendas.
Y aunque debido a la aplicación de la alerta temprana la tendencia es que cada vez haya menos muertes debido a los ciclones tropicales, en 2023 durante el paso del huracán “Otis”, en Guerrero, se confirmaron 52 personas fallecidas, siendo que la mayoría de estas defunciones corresponden a personas que no hicieron caso de los avisos que hasta con megáfonos se realizaron en las horas previas al impacto del huracán, que evolucionó rápidamente.
Guevara Ortiz comentó que en esos momentos había Sol en la playa y mucha gente no creyó, por lo que muchas personas inclusive decidieron permanecer en sus embarcaciones.
Por esta razón, recalcó la importancia de trabajar en el sistema de alerta para avisar de manera oportuna y evitar daños y pérdidas salvaguardando la vida de la población, y que ésta tome conciencia de no establecerse en lugares que representan una alta vulnerabilidad ante este tipo de fenómenos, como vivir en las faldas de un cerro que con las lluvias se pueda desgajar, o en lugares de la costa en los que durante un huracán la marea pueda ingresar con fuerza arrasando con todo lo que se encuentre.
En este sentido, el funcionario habló de la importancia de contar con un Atlas de riesgo, siendo que en la actualidad solo el 20 por ciento de los municipios cuenta con el mismo, y con los planes de desarrollo urbano y ordenamiento territorial, para así evitar que se construyan los desastres del futuro.“Nosotros estamos generando más riesgos a una tasa de mayor velocidad respecto lo que estamos haciendo para su reducción”, dijo el funcionario federal, quien pidió a la ciudadanía tener en cuenta el gran riesgo que representa intentar cruzar el caudal de un río o inclusive una calle que tiene una venida de agua durante una inundación.
“El Instituto Mexicano de la Tecnología del Agua tiene un laboratorio experimental en Cuernavaca, donde hizo una simulación para saber con qué nivel de altura de un flujo de agua se puede arrastrar a una persona, y resultó que dependiendo de la velocidad, esto puede ocurrir si sube 10 centímetros”, detalló.
En este sentido, recalcó que aproximadamente la mitad de las defunciones que están relacionadas con fenómenos hidrometeorológicos tienen que ver con gente que intenta cruzar el cauce de un río o intenta cruzar una calle por donde hay una venida de agua.
“Esas son muertes que se pueden evitar”, subrayó Guevara Ortiz, e insistió en la importancia de que la población tenga a la mano información para analizar qué es lo que tiene que hacer antes de que ocurra el fenómeno, y que sepa cuáles son los impactos que se pueden provocar.
Por último, recalcó la importancia de invertir en la prevención ya que la relación costo-beneficio es de uno a siete, es decir, que por cada peso se ahorran siete en atención de emergencias y reconstrucción.
Antes, el titular de Protección Civil Estatal, (Procivy), Enrique Alcocer Basto, subrayó la importancia de que los yucatecos nos preparemos y nos protejamos de acuerdo con las condiciones de nuestros hogares, es decir, tomar las medidas de prevención como arreglar y reparar techos e instalaciones que pudieran desprenderse ante los fuertes vientos y lluvias, así como almacenar alimentos no perecederos, agua potable y otros implementos.
“Gracias a las medidas de fortalecimiento y capacidad de respuesta en materia de protección civil, aunado a la cultura de prevención existente entre la población del estado, es como Yucatán se ha convertido en un referente nacional de la materia”, indicó.
Finalmente, pidió mantener la guardia en alto en esta temporada de ciclones tropicales, que de acuerdo con los pronósticos, se prevé será más intensa que otros años, ya que se esperan de 20 a 23 sistemas, de los cuales, cuatro a cinco serían huracanes de categorías tres, cuatro o cinco.
También informó que se cuenta con la infraestructura para minimizar los riesgos y los desastres como las bases operativas regionales en Mérida, Motul, Tekax, Valladolid y Tizimín, y los 1,150 refugios temporales con una reserva estratégica que incluye todos los recursos y servicios necesarios para brindar atención integral a los posibles damnificados.
Texto y fotos: Manuel Pool