Por el caso de maestros anuncia su renuncia

El primer ministro portugués, António Costa, ha anunciado la dimisión del Gobierno si el próximo día 15 el Parlamento aprueba devolver a los profesores los retrasos acumulados durante casi diez años de salarios congelados. Este acuerdo fue aprobado ayer en la comisión de Educación por todos los grupos —incluidos los aliados del Gobierno—, excepto el socialista. Sus socios del PC y Los Verdes han calificado el ultimátum de “chantaje inadmisible”.

En un discurso inédito en esta legislatura, Costa se ha dirigido al país después de haberse entrevistado con el presidente de la nación, Marcelo Rebelo de Sousa.

“El Gobierno cumplió todos los compromisos que asumió con el pueblo portugués y con la mayoría parlamentaria que lo sustenta”, aseguró Costa. “Revertimos todas las medidas que se habían impuesto a los portugueses”, dijo, para recordar que 350,000 funcionarios ya ha visto descongeladas sus atrasos.

Costa se refirió a la “intransigencia sindical” que, pese a la buena intención del Gobierno, no se ha movido un ápice de su reivindicación, esto es recuperar los 9 años, 4 meses y 2 días de congelación salarial.

Recordó que gracias a un decreto ley, los profesores recuperarán este año el 70% de ese periodo, “pese a lo cual la comisión de Educación aprobó la recuperación del tiempo completo”, una decisión que es “socialmente injusta y económicamente insostenible”.

Según Costa, esa resolución supone un gasto extraordinario de 340 millones hasta 2020 y un gasto anual permanente de 200 millones, “lo que implicaría menos gasto público y más impuestos”.

Para Costa la votación de la comisión de Educación compromete la gobernabilidad del país y “solo el electorado puede determinar” el futuro del Gobierno. Por ello, anunció que si el día 15 el pleno del Parlamento confirma la votación de la comisión, tendrá que presentar la dimisión del Gobierno y el presidente adelantar las elecciones, previstas inicialmente para el 6 de octubre.

El primer ministro había convocado en la mañana de ayer una reunión extraordinaria del núcleo duro de su Gobierno, después de que sus aliados del tripartito —Partido Comunista y Bloco de Esquerda— uniesen fuerzas con la oposición de centroderecha para poner fin a la congelación del salario de los profesores.

Los comunistas hablan de “cálculo” electoral de Costa y la derecha del CDS le pide que presente una moción de confianza. El desencadenante fue una derrota parlamentaria absoluta, con sus socios y la oposición votando contra el Gobierno.

Anteanoche, todos los grupos de la Comisión de Educación del Parlamento habían votado contra el Gobierno socialista. Por primera vez en la legislatura, sus socios del Bloco, PC y Verdes y la oposición de centroderecha (CD y PSD) se unieron para votar a favor de corregir el decreto del Gobierno que permite a los profesores recuperar dos años de los casi diez ejercicios que los docentes tuvieron congelados sus salarios.

Todos los grupos, excepto el socialista, aprobaron la actualización del periodo total congelado: 9 años, 4 meses y 2 días.
“Fue un espectáculo de enorme irresponsabilidad presupuestaria”, ha declarado el ministro de Exteriores, Augusto Santos Silva. “El Gobierno no puede cumplir su responsabilidad presupuestaria sobre la base de decisiones que cuestionan el presupuesto del Estado”.

Santos Silva es uno de los cinco ministros —junto a los de Finanzas, Trabajo, Infraestructuras y Presidencia— que forman el núcleo duro del Gobierno. A la reunión extraordinaria se había sumado el ministro de Educación, Tiago Brandão.

En otra noticia, la Iglesia católica de Chile reafirmó ayer su rechazo a que las leyes del Estado eliminen la inviolabilidad del secreto de confesión, pese a que pueda suponer mantener ocultos nuevos casos de abusos sexuales en el seno clerical. El panorama es complicado.

Texto y fotos: Agencia

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