El secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente del Gobierno del Estado, Eduardo Batllori Sampedro, calificó como preocupante la falta de lluvias durante este año y el posible daño a las empresas agroindustriales y ganaderas, pero también a las reservas acuíferas de la entidad.
El funcionario habló a Punto Medio para sobre este tema y sobre la situación que implica para Yucatán un año errático de lluvias, lo que implica una situación preocupante, porque una gran parte del sector agrícola depende de estas lluvias, pero más aún nuestra reservas acuíferas del estado que son vitales para el consumo humano, comentó.
El funcionario estatal explicó que si bien en Yucatán hay varios micro climas, todos dependen de las lluvias, ya que marcan el proceso de mejora o en su caso reducción de siembras, cosechas y producción de alimentos, pero también a la extracción de agua para el consumo humano, mucho más en zonas urbanas dado el crecimiento poblacional de Mérida y zonas conturbadas.
Batllori Sampedro expuso que es importante que estos temas se difundan y que la sociedad conozca también de estas situaciones, mucho más por la concientización del ahorro y de ahí a la eficiencia para el consumo racional del vital líquido.
Informó que para nuestro estado las precipitaciones pluviales son vitales, muchos de nuestros recursos dependen de ello, agregó, un año de lluvias erráticas ocasiona una serie de complicaciones, porque las empresas del sector agrícola dependen de estas precipitaciones, ganaderos, apicultores, campesinos de temporal dependen de buenas lluvias para mejorar sus cosechas y producción de insumos que son en su mayoría de auto consumo.
Expuso que tanto el Oriente, como el Sur del estado son los puntos donde la producción de ganado y agrícola son mas demandantes. Las lluvias de mayo son el origen del proceso de siembras para los agricultores, pero al faltar éstas se corren el peligro de perder cosechas y por ende la falta de alimentos, ya que muchas familias dependen de estos productos como auto consumo en sus mesas.
Un año de lluvias erráticas trae muchos problemas sostuvo el biólogo, Yucatán depende de las lluvias para la recarga del manto acuífero, por ello, la falta de lluvias implica de manera directa que se reduce la capacidad de las zonas de recarga de obtener mejores condiciones para su aprovechamiento, además de que un año de secas largas motiva a más incendios forestales, puntualizó.
Esto también va de la mano de un fenómeno que se presenta en las costas con la interfase salina, el agua salina flota por encima del agua dulce y esto implica que las zonas costeras tienen menos líquidos para la supervivencia de especies marinas, aves y plantas también, comentó.
La falta de lluvias en septiembre, octubre y noviembre significa un impacto a milperos, a la calidad de disposición de agua dulce de calidad, menos producción de suelos, una vegetación más caducifolea, pero esto impacta no sólo al sector agrícola, sino a la industria, al comercial, por ello debemos conservar la biodiversidad, llamar también a la conciencia de la población, porque esto implica reducción de nuestros servicios en nuestras casas y empresas en el uso del agua.
–José Cortazar Navarrete
