La 28 Bienal Internacional de Cine Científico (BICC) es el inicio para crear una audiencia más seria y exigente, además de fomentarse como un proyecto a largo plazo que traerá beneficios para los sectores del turismo y social, indicó Roberto Canales Sánchez-León, productor de Rofilms.
“En Mérida todavía no tenemos a un público que espere por la bienal de cine, necesitamos trabajar en ello. Por eso trabajamos en la difusión de contenidos, conforme lo empiecen a ver, comenzarán a propagarlo y el próximo año ya contaremos con una mayor audiencia”, comentó el entrevistado.
La bienal, precisó, es un proyecto a largo plazo y mencionó el Festival DOCDF, que comenzó hace 10 años y hoy día involucra a las autoridades en su organización, debido a que ya tienen audiencias cautivas.
Los beneficios de contar con este tipo de eventos van más allá de los ámbitos educativos y científicos. “Todos los sectores de verían beneficiados, por ejemplo, el turístico, pues como programa atraería a públicos que no sólo verían las películas, sino que pasearía en la ciudad”.
“En la cuestión social, los documentales son generadores de cambios al saber de temas relevantes que interesan a la ciudadanía y no muestran los medios tradicionales de información”, abundó Canales Sánchez-León.
El productor de documentales defendió el género, al argumentar que son películas. Es cine de no ficción, se trabaja con personas, no con personajes, esa es la diferencia.
“Aburrido, para nada. Tiene la misma estructura dramática, tensión y te encontrarás con los protagonistas de la historia. El espectador sentirá y se entretendrá”.
El involucrar a la ciencia es una nueva manera de narrar los hechos, puntualizó.-Irbin Flores Palomino
