En un esfuerzo para lograr que las escuelas tradicionales acepten a niños y jóvenes con alguna discapacidad, este sábado llegó a su fin, con las conclusiones en la Universidad Modelo, el Laboratorio Ciudadano de la Inclusión, que se celebró desde el pasado 27 de mayo al dos de junio en la Facultad de Educación de la Uady.
-Está comprobado que los chicos con alguna discapacidad aprenden más en las escuelas tradicionales y no en las especiales, ya que trabajan, colaboran y se adaptan al resto de las personas normales—afirmó la Dra. Lourdes Epstein Cal y Mayor, profesora de la Escuela de Humanidad y Educación del Tecnológico de Monterrey.
Por su parte, Josefina Larraín Lagos, de la asociación CediDown Mérida, presentó el proyecto Umbral Jardín, que consiste en aprovechar los espacios sin uso en las escuelas para crear actividades inclusivas, para que los estudiantes hagan conciencia de aceptar a los compañeros con alguna discapacidad.
Texto Esteban Cruz Obando
Foto Juliana Sepúlveda
