La tensión va en aumento en Francia. En la novena jornada de movilización el seguimiento fue masivo y se registraron durísimos enfrentamientos entre manifestantes y policías en varias ciudades del país, sobre todo en París, Rennes, Lyon, Marsella, Nantes y Burdeos. Según la Confederación General de los Trabajadores (CGT), en todo el país se manifestaron tres millones 500 mil personas, una cifra que rebajó el ministerio del Interior, que la cifró en un millón 80 mil.
En cualquier caso fue una de las protestas más multitudinarias y reivindicativas desde que en enero pasado se anunció la inminente aprobación de la reforma del sistema público de pensiones, que enarbola el presidente Emmanuel Macron.
La huelga general fue, para los intereses de los sindicatos y los trabajadores, un éxito rotundo. El país se paralizó parcialmente, sobre todo los medios de transporte, los aeropuertos, las escuelas, las refinerías y el sector público. Además la movilización ciudadana para gritar en la calle su frontal oposición a la reforma fue masiva, la segunda más grande desde el inicio de la crisis, sólo superada por la ocurrida el pasado 7 de marzo.
La víspera de esta jornada histórica de protestas, el presidente Macron aseguró en una entrevista televisiva que continuará con su hoja de ruta: aprobará su plan del sistema público de pensiones, con el que pretende aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años, aumentar un año las cotizaciones, de 42 a 43 y eliminar una serie de derechos laborales adquiridos de varios colectivos.
Texto y foto: Agencias