Puntos sobre las íes: El primer día

Desde siempre, a partir del advenimiento de la civilización judeocristiana, los cristianos eligieron el domingo como el día que había descansado el Señor. Así como los judíos tienen el Shabat y los árabes el viernes, el domingo en el mundo de la cuna, en nuestra civilización religiosa, se le llama primer día.

 

El lunes será el primer día de una nueva vida, pase lo que pase, gane quien gane. No sólo habrán terminado las náuseas de las campañas, las intromisiones a nuestra intimidad y muchos desafíos e insultos a nuestra inteligencia. Sino que sobre todas las cosas, en este primer día sabremos quién es el que está a cargo a partir de ese momento, y cómo podrán quedar conformados los poderes legislativos.

 

Se ha escrito hasta la saciedad de todo. Hay análisis de todo tipo y en ellos existen distintos escenarios.

 

Yo, sin embargo, prefiero apostarle al optimismo, usando estos momentos de meditación y reflexión –antes de ejercer el voto– para saber y reiterar lo que nos es propio y que a veces es importante recordar.

 

Somos un país en el que todos vamos en el mismo avión. Nos pueden gustar distintas cosas y preferir que el capitán sea uno u otro. Pero una vez que se elige y que estamos en vuelo, conviene recordar que el objetivo es llegar, y no estrellar el avión porque no tenemos el capitán que nos gustaría.

 

Hay que recordar que todo puede empeorar, pero que gran parte está en nuestras manos. Se puede comenzar por algo tan sencillo como aceptar que el Estado ha sufrido un daño estructural desde hace muchos años y que eso nos deja en manos de la improvisación, violencia, impunidad y de la injusticia.

 

A los que tienen hay que recordarles que la única garantía de seguir teniendo algo, es que los que no tienen nada, tengan algo. A los que tienen miedo y prefieren estar el domingo fuera de México temiendo por lo que pueda pasar, hay que recordarles que en cualquier caso, ni el lunes, ni el martes va a pasar nada si la jornada tiene el desenvolvimiento democrático que todos esperamos. Es decir, que podamos ir a votar y que finalmente al que elijamos sea proclamado como el ganador.

 

Y algo muy importante, hasta las cero horas del día 30 de noviembre, el presidente, el capitán, se seguirá llamando Enrique Peña Nieto.

 

No sé qué pasará el dos de diciembre. Es más, según lo dicho por el puntero de las encuestas, sólo ocurrirán cosas buenas. Pero mientras tanto, quiero recordar que no es el principio del mundo y no lo será el lunes, pero que sí es el primer día de una situación en la que deberíamos, con sentido común, aprender de lo malo, recordar que estamos a bordo e intentar tener un país mejor

 

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Eso no les corresponde a ellos, eso nos corresponde a nosotros, y tendrá mucho que ver con qué decidamos a la hora de votar. A fin de cuentas, todos los que vayamos a elegir son empleados nuestros.

 

Texto: @antonio_navalon

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