Por Armando Escalante
Con la excusa de recorrer el país en giras de trabajo, el presidente Manuel López Obrador viaja a los estados a reunirse con su base militante, regalar dinero como si fuera Santa Claus, y desde luego, aplicar una especie de medidor de aceptación sobre su gestión. En las redes sociales pueden seguirse las diferentes realidades que brinda cada gira donde los afectados suelen ser los gobernadores.
A los estados ha viajado para apoyar a sus candidatos, los de Morena, para evidenciar sus malas relaciones con los gobernadores, provocar rechiflas en contra de ellos y para repetir un machacado y viejo discurso de campaña de que se “bajó el sueldo”, que “el director del Infonavit ganaba $700 mil pesos mensuales”, y que los ex presidentes tenían pensiones “de $5 millones mensuales”. Puras mentiras.
Al margen de los clásicos acarreos de vecinos, la gira de Manuel López por Mérida y Valladolid, sirvió otra vez de escenario para que el visitante tabasqueño pruebe cómo van sus bonos y confirmar si mantiene la aprobación que lo llevó a la presidencia. A eso vino, y se fue más que tranquilo; el aplausómetro volvió a favorecerlo y lo mismo al señor Mauricio Vila Dosal, gobernador del Estado quien por tercera vez pasa la prueba del silbido.
Del baúl de promesas que suele recetar, López habló de que ya no habrá apagones (algún día) porque se hará una nueva planta de CFE; que por el Tianguis Turístico ayudará a mejorar la infraestructura de Progreso, y que dará dinero para un programa de vivienda para los más pobres. Casi les puedo apostar que no habrá tal apoyo extra en 2020 a menos -claro- que se lo reste a otros programas locales. Lo único válido de lo que dijo es el reconocimiento a Mauricio Vila por sus buenas acciones en materia de salud y discapacidad. Es un “buen gobernador” -refrendó.
Mauricio Vila jamás lo dirá pero su apuesta es a llegar -cuando menos a fin de año- con algo de apoyo económico de la Federación porque la destrucción de programas federales ha sido tal que ya le han comenzado a “estallar” esos conflictos al Ejecutivo yucateco sin que tenga nada que ver. Calladito, apechuga y usa dinero bueno para apoyar el mal gobierno de López, cubriendo pagos que el Gobierno Federal no hace, y aguantando los reclamos populares de mala atención en medicamentos y servicios médicos que no le atañen.
Y ya que hablamos de reclamos populares, ojalá que a la joven que se le ocurrió imitar a la esposa de López Obrador haciendo un gesto obsceno ante las cámaras, no le haya pasado nada en su escuela al retornar a clases hoy lunes, y que termine el linchamiento que sufre desde el sábado pasado en las redes; miles nos sentimos representados por ella si ese dedo medio fuera en alusión al tabaqueño aunque sabemos que ella se dirigió a la cámara que la seguía y no al presidente.
En las redes también le dieron apoyo pues igual se insultaba a Peña, o a Calderón y a nadie expulsaban de clase por eso.
