El presidente ruso, Vladimir Putin, se reunió el martes en Damasco con Bashar al Assad, en su primera visita a la capital siria en nueve años de guerra, coincidiendo con un contexto de tensiones regionales crecientes entre Irán y Estados Unidos.
Se espera que la muerte del general iraní Qasem Soleimani, asesinado el viernes en un bombardeo estadunidense, tenga consecuencias en todo Oriente Medio.
Soleimaní era el artífice de la estrategia militar iraní en la región, y un gran aliado del poder de Damasco en el conflicto que devasta Siria desde 2011. Durante su visita sorpresa a Damasco, Putin se reunió con el presidente Al Assad en un centro de mando de las fuerzas rusas y elogió los “inmensos” progresos realizados por el país en guerra.
Los dos mandatarios asistieron a una presentación del comandante de las fuerzas rusas desplegadas en Siria, según la presidencia, que publicó fotos del apretón de manos entre los dos líderes.
La intervención militar rusa junto al régimen sirio, en otoño de 2015, cambió el curso de la guerra en Siria y permitió que las tropas gubernamentales sumaran victorias frente a rebeldes y yihadistas.
Putin señaló que hoy podemos constatar el inmenso camino que ha sido recorrido hacia la restauración del Estado sirio.
Texto y foto: Agencias