La primera Cumbre se celebró en Berlín en 1995 y desde entonces se ha realizado de forma anual. La de este año tendrá lugar en Madrid, España, dentro de un marco de urgencia: implementar los objetivos del Acuerdo de París y mejorar la ambición en reducción de emisiones de los países firmantes.
Este acuerdo, aprobado en 2015, sentó las bases para una transformación hacia modelos de desarrollo bajos en emisiones, con el compromiso de los 195 países firmantes. El 4 de noviembre de 2016 entró en vigor, al depositar los instrumentos de ratificación unos 55 países que representan por lo menos el 55 % de las emisiones mundiales. Tres años después, el 4 de noviembre de 2019, Esatdos Unidos anunció que se retiraba del acuerdo.
En 2019 finaliza la vigencia del Protocolo de Kioto, por lo que en de enero de 2020 se tendría que implementar el Acuerdo de París. Esta COP25 tiene el reto de poner en marcha los mecanismos para limitar el calentamiento global muy por debajo de los 2 °C de media respecto a los niveles preindustriales a partir del año próximo.
Asimismo, los países firmantes del acuerdo se comprometieron a entregar nuevos planes generales nacionales de acción contra el cambio climático (NDCs, por sus siglas en inglés) cada 5 años, por lo que será en 2020 cuando tengan que aportar las siguientes, que tienen que ser más ambiciosas para cumplir con el objetivo del acuerdo.
La cumbre, que comenzará el 2 de diciembre, espera celebrar el día de apertura una ceremonia en presencia de los jefes de Estado y de Gobierno. La segunda semana de la COP será el momento de las reuniones de alto nivel ministerial en la que se unen a la cumbre los ministros responsables de la política climática.
¿A qué se comprometieron en el Acuerdo de París?
El Acuerdo de París establece un plan de acción para limitar las emisiones de efecto invernadero y afrontar la crisis climática. “Una causa común para emprender esfuerzos ambiciosos para combatir el cambio climático y adaptarse a sus efectos, con un mayor apoyo para ayudar a los países en desarrollo a hacerlo”.
Los 195 países firmantes se comprometieron a reunirse para fijar objetivos más ambiciosos basándose en criterios científicos, informar a los demás gobiernos y a la ciudadanía sobre sus avances, y evaluar los avances hacia el objetivo a largo plazo a través de un mecanismo sólido de transparencia y rendición de cuentas.
Asimismo, incluye compromisos de mitigación, adaptación y financiación. El acuerdo reconoce también “la importancia de evitar, reducir al mínimo y atender a los daños y perjuicios debidos a los efectos adversos del cambio climático”. Por otro lado, “reconoce la importancia de las partes interesadas no signatarias: las ciudades y otras administraciones subnacionales, la sociedad civil o el sector privado”.
Texto y fotos: Agencias