Acumulan quejas contra Alfredo Fernández, pues el reglamento de tránsito aplica solo para los locales, pero no para los autobuses de turismo
Los vallisoletanos comienzan a perder la paciencia con el actual alcalde Alfredo Fernández Arceo, ya que ahora la policía municipal aplica a rajatabla el reglamento de tránsito con los conductores locales, pero los autobuses de turismo se mueven como “Pedro por su casa”.
A los conductores no les molesta que los agentes, con la “bendición” de Fernández Arceo, apliquen el reglamento, pero no se vale que ellos apenas realizan una diligencia, los agentes los detienen y presionan para que se retiren y apliquen la multa correspondiente. En la Sultana del Oriente, Fernández Arceo es claridad en la calle y oscuridad en casa.
Los afectados reconocieron que los turistas dejan buen ingreso al municipio, pero que en ocasiones paralizan el tránsito, ya que son varios autobuses y suelen estar por mucho tiempo, pero nadie les dice nada.
Además, no faltó quien dijera que está bien que busquen agilizar el tránsito, que no dejen de realizar sus rondines, pero que sea parejo.
Otra observación que realizaron es que así como disponen de varios agentes para patrullar la plaza principal, también deberían destinar para las colonias y fraccionamiento, donde actualmente se vive una ola de robos.
“Uno está acá dos minutos y te llega un patrullero voceándote, pero en las colonias los ladrones salen con bicicletas y como si se los tragara la tierra, esa bicicleta jamás se vuelve a ver”, dijo una persona, que constantemente tiene que lidiar con este problema, ya que va frecuente al centro.
Sobre la ola de robos, hace unos días una persona identificada con las iniciales C. M. T. tenía una bicicleta de carreras y los amigos de lo ajeno aprovecharon que no se encontraba en su departamento ubicado en la colonia San Francisco para robarle su nave y un televisor.
También le robaron una nave similar al instructor de un gimnasio, pese que lo encadenó a un señalamiento.
Respecto a los autobuses de turismo, debido a que actualmente llegan un poco más de un millar de visitantes diariamente a Valladolid, suelen utilizar varios y estos se enfilan, por lo que suelen tardar mucho tiempo.
Los vallisoletanos consideraron que esto es una injusticia, porque los agentes no aplican el criterio, “los turistas dejan ingresos y ellos también están trabajando”.
Los pobladores temieron que con Fernández Arceo no se logren cambios de fondo, ya que los problemas se multiplican y él responde con lentitud, parece que no tiene un diagnóstico de lo que urgía en este Pueblo Mágico, que causó el hartazgo de la gente que decidió no alargar el proyecto de Morena.
Texto y foto: Darwin Ail