¿Quiénes se oponen a Maduro?

Por Eduardo Ancona

La semana pasada amarrando a este tigre intentamos dilucidar las posibles salidas para la terrible situación política por la que atraviesa Venezuela. La conclusión llevó a dos caminos: la intervención de alguna potencia militar extranjera -a saber Estados Unidos- o un golpe de estado en el que el Ejercito se subleve a Maduro y lo obligue a dejar el poder por las buenas o por las malas. Fuera de esas dos posibilidades, argumenté, no existe vía alguna que pueda generar un cambio sustantivo en la realidad venezolana. Creo, sin embargo, que ese texto no le hizo justicia a la complejidad del asunto, sino que simplemente se limitó a una de sus parte, el posible desenlace. Así que hoy me centraré en otra de las variables de la complejísima ecuación bolivariana: los actores anti Maduro.

Comprender quienes son los opositores, qué papel juegan y a que intereses responden, es clave de cara a un eventual escenario pos Maduro —siendo optimistas- en el cual todas estas fuerzas tengan que acordar. Así como es un error pensar que todos los opositores sirven a los intereses de Estados Unidos, tampoco es cierto que todos tengan un legítimo interés por el destino del país o la vida de los venezolanos.

Primero, la oposición. Los políticos venezolanos que se oponen al gobierno han dejado de ser simples contrincantes en una batalla por la tenencia cíclica del poder, para pasar a concebirse como verdaderas amenazas existenciales para el régimen. En su labor opositora se va el destino de su país, pero también sus condiciones materiales de vida, e incluso en algunos casos como el de Leopoldo López, su libertad e integridad física.

Segundo los países de la región, particularmente Colombia y Brasil. Además de un mar de distancia ideológica con Maduro y el deseo de sus Presidentes de demostrar que un nuevo orden ha llegado a América Latina y que las izquierdas de la región ya están en franca jubilación, estos dos países tiene un interés material clave. Colombia y Brasil, las dos grandes fronteras de Venezuela, han recibido cantidades gigantescas de migrantes que huyen del país. Esto le da a estas naciones un interés adicional, más cercano, en contra del régimen de Maduro.

Y tercero, Estados Unidos. Para el gobierno de Trump la situación venezolana tiene un interés fundamental de política interna. Los votos de venezolanos y cubanos pueden ser clave para obtener la victoria en Florida en la elección de 2020 en la que el Presidente se jugará la reelección. Debe recordarse que Florida fue el Estado clave para la victoria Republicana en 2016, lugar tradicionalmente demócrata enojado con la administración Obama, entre otras cosas, por su acercamiento con Cuba.

 

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